Hinchas y policías heridos en las batallas de Cagliari

Cagliari es desde la noche del viernes un campo de batalla entre la policía y los hinchas, especialmente ingleses, que ayer incluso les atacaron. Se produjeron numerosos heridos. Tres jóvenes seguidores que pretendían viajar a la ciudad para presenciar el partido Inglaterra-Holanda fueron expulsados del país. Los tres fueron detenidos en el aeropuerto de Fiumicino, en Roma, nada más aterrizar desde Londres, por figurar sus nombres en una lista negra que recoge la identidad de los hooligans más peligrosos. No pudieron intervenir así en las batallas.

Además de los ingleses, cuatro aficionados alemanes fueron conducidos hasta la frontera de Italia al ser detenidos con armas blancas en su poder después del triunfo de la RFA ante Emiratos Árabes (5-1) en Milán. La Policía patrulló por la ciudad hasta altas horas de la madrugada, en prevención de posibles actos violentos como los registrados el pasado domingo, que finalizaron con 50 alemanes deportados y ocho encarcelados con condenas de ocho meses.La tromba de agua caída el viernes sobre Milán fue destacada por las autoridades como una de los mejores elementos disuasorios. Sin embargo, la actitud abiertamente agresiva de la Policía, que estableció un imponente control desde el estadio hasta la estación de tren, desde donde debían partir los alemanes, enfrío mucho los ánimos de los másviolentos, eufóricos por la golea da de su equipo.

El balance general del Mundial hablaba hasta ayer de 60 gamberros expulsados del país y 44 arrestados por actos vandálicos, 22 alemanes, 19 ingleses y tres de diversas nacionalidades.

Carga policial

Sin embargo, al cierre de esta edición, los últimos capítulos de violencia seguían en Cagliari tras dos días de batallas entre hinchas, no sólo ingleses y holandeses, sino también italianos, y la policía. Decenas de personas resultaron ya heridas durante la noche del viernes al sábado. La estación de Cagliari fue el escenario de los incidentes, que no finalizaron hasta que la Policía cargó de forma indiscriminada.

Ayer mismo, tres horas antes del encuentro, la policía se vio obligada a utilizar sus porras y a lanzar gases lacrimógenos contra 1.000 hinchas ingleses que se preparaban para ir al estadio. Fue un auténtico ataque de los hooligans contra las fuerzas del orden. Los incidentes del centro de la ciudad se repitieron más tarde en los alrededores de] estadio y en otras zonas de la ciudad. Varios carabineros e hinchas resultaron heridos.

Las fuerzas de seguridad concentradas en Cagliari esperaban la llegada de unos 15.000 hinchas ingleses y holandeses para el partido calificado como el de mayor riesgo del Mundial. Un dispositivo de seguridad, compuesto por 4.000 agentes y un anillo de control de un kilómetro de diámetro alrededor del estadio San Elías, fue diseñado para controlar a las dos aficiones más peligrosas.