Los jugadores reconocen su mala actuación ante Uruguay

La sala de conferencias del hotel Green de Magnano in Riviera, lugar de concentración de la selección española, se convirtió ayer en una especie de tribunal popular, con diferencias sustanciales. Los presuntos culpables se situaron en el estrado y sus téoricos jueces se sentaron abajo. Todos los jugadores que intervinieron en el partido frente a Uruguay, a excepción Roberto y Rafa Paz, que fueron al otorrino, comparecieron ante un centenar de periodistas.Todas las preguntas se dirigieron a los mismos hombres: Sanchis, Butragueño, Michel, Martín Vázquez, Zubizarreta y Manolo. El resto de sus compañeros actuaron de convidados de piedra.

Como si se hubieran puesto de acuerdo todos reconocieron su mal juego. Su forma de actuar evitó tensión en la sala, aunque hubo un conato de conflicto cuando a una pregunta Zubizarreta esbozó un sonrisa que molestó a su interlocutor.

Pero Zubi, en su papel de líder del grupo, sacó el tema adelante e incluso le echó una mano a Michel que se vio desconcertado al comprobar que le preguntaba un periodista con quien días antes se había negado a dialogar. "Contéstale", le dijo Zubizarreta; y Michel respondió a sus preguntas después de puntualizar: "Veo que ya me estás pasando factura".

El madridista desarrolló su teoría de que a esta selección no le falta un líder: "Hay una serie de jugadores que podemos asumir la dirección. Lo que pasa es que cuando un equipo está mal, todos somos responsables".

Sanchis, mucho más desenvuelto que su compañero, explicó su particular forma de ver las causas del empate: "Creo que la clave estuvo en que ellos supieron economizar mejor sus fuerzas durante la primera parte. Al fallarnos a nosotros el físico, la cabeza no nos funcionó y, los fallos se acumularon".

El defensa tuvo que matizar sus palabras porque, inicialmente, implicaban una velada crítica al preparador fisico de la selección, Manuel Delgado Meco: "Lo que he dicho no significa que estemos más preparados. Pero hicimos un desgaste inútil, corriendo detrás del balón".

Martín Vázquez se excusó en el buen hacer de los uruguayos: "No supimos romper su ritmo. Pero no hay que olvidar que durante media hora jugamos bien".

Butragueño, con su habitual tranquilidad, añadió: "No podemos achacar todo a un problema físico. Carecimos de ideas claras por muchas causas. Ahora hay que ganar a Corea y vamos a demostrar que somos buenos futbolistas".