Argentina logra los dos primeros puntos

Argentina sufrió el calvario que se reserva a los reos indultados a última hora. Así es este juego, que en' ocasiones destina sus recompensas de forma muy arbitraria. La selección de Bilardo se benefició de circunstancias tan diversas como las excelentes actuaciones de sus dos porteros del rendimiento extraordinariamente eficaz de la única internada argentina en el primer tiempo, de la inferioridad numérica de la Unión Soviética en el segundo periodo y, cuatro años después del Mundial de México, de la mano milagrosa de Maradona.Apenas comenzado el partido, con los soviéticos a la carga Maradona cortó con la mano en su área un remate de cabeza de Kuznetov. Hubo un instante de conmoción ante lo irremediable en San Paolo, pero Fredriksson no sancionó el penalti, sujeto a esa curiosa lacra ocular de los árbitros del mundo, que definitivamente ven manco a Maradona.

El equipo del Narigón Bilardo sólo sacó pecho en el último cuarto del encuentro, cuando la caída soviética era evidente. Hasta ese último tramo, la selección soviética dominó en todos los conceptos del partido, incluso cuando se vio con 10 hombres en la cancha. Su superioridad vino de un mejor juego, de su mayor número de ocasiones y del excelente control que tuvo Zigmantovic sobre Maradona durante gran parte del encuentro.

La fascinación que ejerce Maradona en la cancha rebasa las debilidades arbítrales. Mientras que la selección argentina ha llegado al Mundial con una peligrosa dependencia de Maradona, provocada por las debilidades del conjunto.

La tensión del primer partido y el decepcionante resultado de Milán no han favorecido tampoco la progresión argentina. Sin embargo, el equipo de Bilardo tuvo algo más sustancia que en San Siro, sobre todo por la presencia de jugadores con enjundia, caso de Olarticoechea y Caniggia, superiores a Sensini y Balbo, titulares en el encuentro frente a Camerún. Fue el vasquito Olarticoechea el protagonista directo del primer gol. Un rebote le permitió correr la banda izquierda, elevar la pelota sobre un defensor soviético y sacar desde el fondo un centro sobre la marcha que encontró la cabeza de Troglio.

La Unión Soviética sacaba partido de la mayor corrección de sus acciones y aunque jugaba ahogado por la responsabilidad, tenía un aire más fluido. Finalmente se comprobó que el hundimiento soviético llegó por la vía abierta frente a Rumania. Pero su falta de furia le ha cerrado su carrera en el Mundial.

El penalti

Maradona, tras el partido, reconoció: "Me vi la pelota encima y el primer gesto fue meter la mano". Por su parte, el seleccionador soviético, Lobanowsky, criticó al árbitro: "El juego limpio que la FIFA pide deben practicarlo también los árbitros".

Por otro lado, a Pumpido, portero argentino, le fue diagnosticada fractura de tibia y peroné.