_
_
_
_

'Todo vale' en Peru

La virtual igualdad entre Fujimori y Vargas Llosa para las presidenciales propicia el juego sucio

Vale todo. Ésta podría ser la consigna en la campaña para la segunda vuelta de la elección presidencial de Perú, que se celebra el próximo domingo. Así se define la pugna entre el escritor Mario Vargas Llosa, de 54 años, y el ingeniero, hijo de japoneses, Alberto Fujimori, de 51. La impresión de que los dos aspirantes a la presidencia están virtualmente empatados hace que cualquier medio, por sucio que sea, valga en la disputa por los votos decisivos, cuando faltan cuatro días para la elección.

El encanallamiento y partidismo de los medios de comunicación peruanos bate estos días marcas difíciles de superar. La información objetiva ha desaparecido casi por completo de los periódicos y canales de televisión, para dar paso a propaganda política. Cada medio o comentarista toma partido por su candidato, Vargas o Fujimori, y se dedica a denigrar al contrario.En la fronda de acusaciones, denuncias y documentos falsificados resulta casi imposible discernir lo auténtico de lo apócrifo como maniobra para desprestigiar al contrario. Hasta un documento con membrete de la CIA (Agencia Central de Inteligencia norteamericana) circula estos días por Lima con un análisis sobre la personalidad de Vargas Llosa, sin que la Embajada de Estados Unidos haya desmentido de forma clara su autenticidad.

Los partidarios de Vargas no vacilaron a lo largo de las semanas pasadas en desencadenar una miniguerra de religión contra Fujimori, por el apoyo de los grupos evangélicos a la candidatura del ingeniero. Los métodos sectarios de proselitismo de estos grupos evangélicos, su comer el poco a potenciales conversos, y su labor puerta a puerta parecen haber sido un factor importante del llamado tsumani (ola producida en un maremoto) Fujimori en la primera vuelta. La aparición de pasquines contra la Virgen y el Papa, unidos a llamamientos para votar con Fujimori con apelaciones a las enseñanzas de Juan y votar por Cristo Señor y no por un criminal" movilizaron a la jerarquía católica en una acción que se consideró favorable a Vargas Llosa.

Sobre la autenticidad de los pasquines de los evangélicos a favor de Fujimori planea la sombra de la duda, pero la pugna religiosa quedó abierta.

La guerra santa parece haber asustado a Fujimori, quien no deja de hacer procesiones de fe, asegura que él y toda su familia son católicos y que sus hijos van a colegios religiosos. En su afán de limpiarse de connivencia con los grupos evangélicos, Fujimori, en el debate con Vargas Llosa en la televisión, fue incluso más allá de la Constitución y habló de la religión católica como "oficial de Perú".

El bloque opositor a Vargas está dispuesto a no dejar ni una sola de las canalladas o golpes bajos que puedan destrozar la imagen del novelista. El reconocimiento honesto que hizo Vargas, en el debate del domingo y en una entrevista, de haber probado en el pasado alguna droga, ha desencadenado acusaciones que presentan al novelista y a sus hijos como una auténtica pandilla de drogadictos. Periodistas de la televisión estatal y diarios afines a la candidatura de Fujimori afirman que un hombre así no tiene solvencia moral para la presidencia de Perú. La ministra de Educación, la senadora del APRA Mercedes Cabanillas, se rasgó las vestiduras y afirmó su preocupación "como madre", porque "se haya exteriorizado un ejemplo negativo que los niños y jóvenes no deben seguir".

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La estrella invitada

La primera esposa de Vargas, la boliviana Julia Urquidi, que reside en La Paz y es uno de los pesonajes de la novela La tía Julia y el escribidor, se ha convertido en una especie de estrella invitada de la Prensa peruana y sirve para titulares con declaraciones utilizadas como arma contra la candidatura del escritor. Cada día se publican páginas enteras de entrevistas, reportajes, frases o textos de La tía Julia que ha recuperado en Perú una insólita popularidad.Las investigaciones sobre Fujimori, que antes de la primera vuelta era una página en blanco, dejaron al descubierto que el chinito no era el pobre diablo que tuvo que vender su casa y su tractor para financiar la campaña electoral.

El ingeniero Fujimori recibió en el pasado importantes ingresos por ventas de inmuebles, que luego fueron escriturados por valores muy debajo de los reales con el consiguiente fraude fiscal. También ha salido a relucir que el ingeniero recibió una finca entregada por el Gobierno.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_