La guerrilla de Guatemala propone reformar la Constitución

La guerrilla guatemalteca propuso ayer la convocatoria de una Asamblea constituyente que reforme la Constitución y facilite la incorporación del movimiento armado al juego político de la nación centroamericana. El planteamiento guerrillero, efectuado a puerta cerrada, significa un importante avance en el proceso hacia la pacificación de Guatemala y fue favorablemente recibido por los partidos políticos que participan en las negociaciones de El Escorial (Madrid).La Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), después de dos días de conversaciones para ajustar la agenda de las sesiones y coincidir con los partidos en la interpretación de las resoluciones de Oslo, presentó su propuesta que, en esencia, acepta el marco democrático existente y se compromete a trabajar desde dentro en la modificación del aparato estatal.

Los trabajos de El Escorial se efectúan en un ambiente distendido y proclive al entendimiento, según dijeron representantes de la URNG. Mario Sandoval, secretario general del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), la fuerza más conservadora de Guatemala, contribuyó al ambiente con la importación de 20 crucifijos del Cristo de Esquipulas que entregará a los guerrilleros "para que se encomienden en los momentos difíciles".

Desánimo previo

Los representantes de los partidos habían recibido con desánimo el planteamiento efectuado el lunes por la guerrilla de volver a discutir aspectos globales sobre "la creación de un marco democrático en el país", intención que ya apuntaron en el comunicado publicado por la URNG en la apertura de las sesiones cuando hablaron de la creación de "un clima de libertad".Los dirigentes partidistas interpretaron la postura de la URNG como un deseo de ganar tiempo y no proporcionar bazas al Gobierno democristiano de Vinicio Cerezo. Este traspié significó un retroceso en la letra de los acuerdos de Oslo. El martes, la guerrilla se avino a la recuperación del contenido del texto suscrito en Noruega y presentó ayer su posicionamiento definitivo en el que además de la convocatoria de una Asamblea constituyente, se deduce el interés de la agrupación guerrillera por abordar el espinoso punto de la depuración de las Fuerzas Armadas para que sea posible un cese de hostilidades en el país centroamericano, con 30 años de guerra civil.

La participación de la guerrilla en las elecciones de noviembre ha quedado prácticamente descartada, ya que no hay tiempo para ordenar la presencia pública de una fuerza clandestina durante tres décadas.