Los conductores de la 130 dejarán sus puestos si no les garantizan su seguridad

Los chóferes destinados en la línea 130 de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que realiza el recorrido entre Vicálvaro y Villaverde, han anunciado su disposición a renunciar a su plaza fija en esta ruta y volver a la categoría de correturnos, rotando por todos los itinerarios de la EMT, si la empresa no les garantiza unos niveles mínimos de seguridad en el ejercicio de su trabajo diario, según confirmó ayer uno de los conductores afectados.

La Policía Municipal incrementó ayer la vigilancia del recorrido de la ruta 131, entre Aluche y Villaverde, ordenada por el director de servicios del cuerpo, Emilio Monteagudo, el pasado 4 de mayo, y amplió este control al itinerario de la 130, ante las reiteradas quejas de los empleados. Desde ahora, y durante un periodo de prueba de 10 días, ocho agentes y un perro adiestrado recorren ininterrumpidamente el trayecto de ambas líneas.Los conductores del autobús de la línea 130 entregaron ayer un escrito en la dirección de la EMT en el que exigen "medidas concretas contra la peligrosidad y la tensión con que trabajan los chóferes de esta ruta, utilizada como medio de transporte por docenas de toxicómanos para acudir a comprar droga al barrio de La Celsa".

Según Fructuoso Sánchez, uno de los firmantes del escrito, "los drogadictos no pagan el billete, y si el conductor intenta requerirlo al pasajero, se tiene que enfrentar con las amenazas, insultos e incluso intentos de agresión de éstos".

Según los conductores, alrededor del 50% de los viajeros suben sin pagar o con bonobús manipulado. "Además", continúa Sánchez, los viajeros y los empleados tenemos que soportar el riesgo que supone el hecho de que los toxicómanos se inyecten sus dosis en el propio autobús y dejen luego la jeringuilla manchada de sangre encima del asiento".

Atraco múltiple

En el escrito, los empleados firmantes hacen referencia a un suceso acaecido la pasada semana "en el que dos individuos armados con navajas atracaron a todos los ocupantes de un autobús, ante la impotencia del conductor".Los empleados de la línea 130 denunciaron la pasada semana el traslado a su línea de buena parte de los toxicómanos que utilizaban anteriormente la ruta 131 para comprar sus dosis en el Rancho del Cordobés. "Cuando la policía comenzó a vigilar los - autobuses de la línea 131, muchos de los pasajeros conflictivos se desplazaron a nuestra ruta. Compran la droga en La Celsa para evitar la presencia policial", dice Sánchez.

Por otra parte, agentes de la policía nacional detuvieron en la noche del miércoles al presunto autor de un intento de agresión y atraco a un conductor de la ruta del 131. El supuesto delincuente fue interceptado cuando los policías se percataron de la presencia de un autobús parado en medio de una calle, en el que el detenido estaba intimidando al chófer.

Los sindicatos con representación en el Comité de Empresa de la EMT -Comisiones Obreras, Unión General de Trabajadores y Sindicato de Conductores- solicitaron ayer la convocatoria urgente de la Comisión de Seguridad e Higiene. Según estas centrales, las condiciones de trabajo de algunos chóferes vulneran las más elementales normas de seguridad laboral.