¿Que fue de aquellos alcaldes de 1979?
Pocos de los primeros ediles democráticos continúan en la política municipal
"Mañana mismo comienza la convivencia". Enrique Tierno Galván abrió así la primera legislatura democrática del Ayuntamiento de Madrid. Era el 19 de abril de 1979. Aquel día tomaba posesión de la alcaldía de Majadahonda José María Rodríguez Colorado, hoy director general de la Policía. Francisco González, que llegó a gobernador civil, estrenaba despacho en Parla, y Benito Garrido, hoy electricista, recogía el bastón de mando de Las Rozas. Aquellos alcaldes primerizos ocupan hoy altos cargos en la Administración, son diputados o han dejado la política. Sólo unos pocos sueñan con una cuarta reelección.
Ramón Espinar, presidente de la Asamblea de Madrid en 1983 y consejero de Cultura del Gobierno de Leguina desde 1987, fue el alcalde más joven de la emergente democracia municipal española. El 3 de abril, Espinar, que trabajaba en Cristalería Española y vivía en la casa de sus padres, cumplía 25 años. Los votantes de la entonces tercera ciudad más grande de Castilla le obsequiaron con la alcaldía del municipio."En aquel momento era dificil encontrar a gente de izquierdas con experiencia", explica. Tras presentarse a una segunda reelección, en 1983, Espinar fue llamado a ocupar más altas cotas de poder. Ahora vive en Madrid y le queda de entonces un agujero en la Seguridad Social de cuatro años. Los alcaldes remunerados, que no eran todos, no tenían Seguridad Social.
Altos cargos de la Administración dieron sus primeros pasos en política al frente de las alcaldías. José María Rodríguez Colorado se convierte en 1980 en presidente de la Diputación de Madrid tras pasar por el sillón de Majadahonda. Previamente, el PSOE recomendó al alcalde de Las Rozas, Benito Garrido, que dimitiera como representante de la comarca en la Diputación para que Colorado pudiera entrar. Garrido ya no es alcalde ni militante del PSOE. Trabaja como capataz en Hidroeléctrica.
Hasta el secretario general de la UGT en Madrid, Jesús Prieto, tuvo que sacrificarse por el partido. Prieto, que fue alcalde de Getafe hasta finales de 1982, dio el salto a la presidencia de Mercasa, lo que le sirvió para elevar sus ingresos. Como alcalde ganaba 60.000 pesetas. Prieto recuerda aquella etapa como una "dulce lucha".
Francisco González, que ganó las elecciones en Parla a pocos meses de terminar la mili, está desde marzo en paro político, tras haber ocupado desde 1986 el Gobierno Civil de Orense. "Cuando me marché de la alcaldía fue horrible, lloramos casi todos en el último pleno". A González le conocían en Orense como Paco de Parla.
Manuel de la Rocha, uno de los líderes de Izquierda Socialista, dejó su puesto de profesor de Filosofia del Derecho en la Universidad Complutense para ocupar la alcaldía de Fuenlabrada, aunque esporádicamente trabajó como abogado para mantener su nivel de ingresos. De la Rocha es recordado por dos cosas: por haber sido un buen gestor y por la moto Vespa con la que iba al Ayuntamiento desde Madrid. Luego pasó a la Consejería de Educación del primer Gobierno de Leguina y hoy es diputado regional.En la Comunidad de Madrid, como director general de Salud, ha encontrado acomodo Carlos Muñoz, ex alcalde de Alcobendas, que sólo pudo sobrevivir una legislatura a los movimientos internos de la agrupación local. A la Junta de Andalucía se marchó el ex alcalde de San Fernando de Henares por el PCE Ángel Fernández Lupión. Ahora es director general de Cooperativas y Empleo por el PSOE.
Los que se retiraron
Muchos de aquellos alcaldes, auténticos aficionados, tuvieron que dimitir antes de buscar la ruina a su familia. Antonio Benito Peral, alcalde de Colmenar de Oreja, dejó la alcaldía en 1982. "Descuidé mi trabajo como bodeguero", recuerda. José Luis Vállegas encabezó la lista del PSOE en San Martín de la Vega. El partido le pidió su dimisión en 1988. Ahora gobierna su hermano, Juan Carlos Vállegas. Carlos García Rasilla, ejecutivo comercial de una empresa de productos lácteos cuando accedió a la alcaldía de Pozuelo de Alarcón con la siglas de Unión de Centro Democrático (UCD), se dedica ahora a los negocios inmobiliarios. Su ex colega de San Lorenzo de El Escorial Francisco Fernández Maganta, que ganó las elecciones de 1979 con el PSOE, se dedica a la construcción. Francisco Sandoval, que fue alcalde de Navalcarnero, está pensando volver. Ahora vive en Madrid y trabaja efectuando sondeos de agua y en la compraventa de fincas. Otros que se retiraron y volvieron están deseando ahora desaparecer para siempre, como Miguel Muñoz Oliva, que fue alcalde de Villaviciosa de Odón en 1979 y volvió a encabezar la lista del PSOE en 1987.Los hay, los menos, incombustibles, como José Aranda, de Alcorcón, y Bartolomé González, de Móstoles, los alcaldes más veteranos de la región. Aranda, de 70 años, como González, que es de la misma quinta, aunque oculta la edad, vivieron buena parte del franquismo en el exilio. Ambos parece que viven su última legislatura.
Los hay que piensan repetir, como Julio Pacheco, alcalde de Humanes por el PP "desde que se recogía la basura con un carro y una mula", o Eduardo García Fernández, alcalde del PSOE en Aranjuez, que encabezó en 1979 la candidatura de la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT). Sin embargo, Jesús del Nero, alcalde de Chinchón desde 1975, afirma que está deseando irse. "Ahora se manda menos", dice.
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