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La información es la mejor manera de evitar el fraude alimentario

La mejor manera de evitar los fraudes en la alimentación es informar bien a los consumidores, según manifestó ayer Simón Viñals, concejal de Sanidad y Consumo, durante la presentación del seminario sobre Fraudes alimentarios y defensa del consumidor, que se celebra los días 22, 23 y 24 de mayo en el Centro Cultural de la Villa de Madrid

Simón Viñals se refirió también a la escasez de denuncias ciudadanas sobre esta cuestión respecto a otras como los servicios o la vivienda, y aludió a la ausencia de una normativa legal que castigue con dureza los fraudes que no afectan directamente a la salud pública.Dentro del sector alimentario, los ciudadanos denuncian más los fraudes de tipo administrativo que aquellos que inciden en la salud, según aseguraron expertos del servicio de inspección municipal "Es más fácil que una persona piense que le han cobrado de más a que se dé cuenta de que el pescado que le han puesto es descongelado en vez de fresco", explicaron

Libro de reclamaciones

Por cada denuncia referida a temas sanitarios, como el posible mal estado de unos alimentos o su adulteración con productos no permitidos, existen otras seis que aluden a precios abusivos o de los que no se da información, pesos inferiores a los marcados o deficiencias en el servicio de hostelería, como la inexistencia del libro de reclamacionesLas bebidas alcohólicas también tienen un apartado importante en la preocupación municipal por el fraude alimentario. "Además del posible rellenado de botellas en los establecimientos minoristas se ha llegado a localizar la comercialización de grandes cantidades de envases vacíos o el tráfico ilegal de precintos de aduana sobre bebidas de importación, con lo que no sólo se implica al consumidor, sino que también se defrauda al fisco", afirmaron estos expertos.

Junto a las denuncias particulares, el sistema de control del fraude en la capital se basa sobre todo en las inspecciones que realiza la Concejalía de Sanidad y Consumo, que abarcan sobre todo a mercados de abastos, centros comerciales y grandes cadenas de hostelería. "Uno de los mayores problemas es la venta ambulante, que escapa más fácilmentte a cualquier control", explicó Viñals.

El seminario sobre fraudes alimentarios presenta un ciclo de conferencias, seguidas de un coloquio, en las que se hablará de los problemas en los sectores lácteo, cárnico, de productos frutales elaborados y de la pesca; los sistemas de control en la Comunidad Europea en general, y en Madrid en particular; la incidencia médica de estos fraudes, y los diferentes aspectos de la política de defensa de los consumidores.

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