El jefe de una oficina de Hacienda prohibe salir a tomar café

Juan Miguel López Veraza, de 45 años, el administrador de las oficinas de Hacienda de Hortaleza, ha exigido a sus funcionarios que no salgan a tomar café, ni a hacer sus gestiones particulares como comprar el pan, mientras dure la campaña sobre la renta. López Veraza distribuyó una circular que ha recibido críticas sindicales, pero él asegura que lo único que pretende es huir de la vieja imagen del funcionario y del vuelva usted mañana".Los funcionarios de la oficina de Hortaleza saben que su Jefe tiene un "peculiar estilo". El mismo que le llevó a enviar un oficio con acuse de recibo a cada uno de los 59 trabajadores con la siguiente frase: "Al que vea con bolsas de compran, barras de pan, etcétera, lo asesinaré'". Una advertencia que un sindicato criticó por considerarlo una amenaza de muerte. "En los 20 años que llevo en la Administración no he matado a nadie; ni siquiera he expedientado a un funcionario", dice López Veraza.

La mayoría de los funcionarios, que conocen el estilo de Lopez Veraza, han aceptado bien la fórmula. Ahora aseguran que nadie ha cambiado sus costumbres por la carta. "Yo ya no he vuelto a ver a nadie llegar con la bolsa del pan o de la compra, y si yo no lo he visto, los contribuyentes tampoco", señala sin embargo el administrador, que añade: "Queda muy feo que veas al lado de las mesas de quienes te atienden la compra. Luego dicen que están pagando con dinero público a personas que se dedican en el trabajo a todo tipo de gestiones privadas"

No molestar

Por eso ha prohibido que de ocho a nueve, cuando se empieza a formar la cola del público, salgan los funcionarios a tomar café. "Tienen todo el derecho a salir 20 minutos para almorzar, pero se debe hacer escalonadamente y cuando la gente ya está dentro para no molestar", dice Juan Miguel López Veraza cree que las cosas de la Administración se pueden llevar mejor. Por eso ha quitado de la vista del público a la persona que atiende las consultas de la renta por teléfono, "para que no se crean que está hablando con su familia".Los 59 trabajadores de esta delegación de Hacienda tienen prohibido enviar a los ciudadanos con la gestión a otra parte. "Si la gente se confunde y el papeles para otra dependencia de la Administración, hay que recogerla y tenemos que remitirla al lugar adecuado". Por si fuera poco, ha instaurado la costumbre de telefonear a los afectados por algún error administrativo y explicarles cómo sigue su caso y cuánto va a tardar. "La gente prefiere que le digas dos meses a que le vayas diciendo que vuelva mañana", concluye.