Días 'tranquilos' en la ciudad
Accidentes, robos en pisos, suicidios y muertes por droga, incidentes del largo puente
Llegó el puente y cientos de miles de ciudadanos huyeron de Madrid como de la peste. Y la ciudad, dicen, se quedó vacía. Pero, pese a eso, una anciana murió olvidada de todos, "un indocumentado" se tiró por el viaducto, un yonqui se metió su último pico, un joven se bañó desnudo en un estanque del Retiro y hubo las típicas broncas por cuestiones de tráfico. "Nada importante. Todo muy tranquilo", dijo un policía para resumir el parte de guerra de estos días.
28 de abril. José Nicolás Boyer, hermano del ex ministro de Economía y Hacienda, sufrió un accidente a primeras horas de la madrugada, cuando pilotaba un lujoso automóvil Jaguar. El cuñado de Isabel Preysler pasó un par de horas en la comisaría del distrito de Buenavista y después quedó en libertad. A fin de cuentas, el delito que se le imputaba no era demasiado grave: conducir bajo los efectos de 3 miligramos de alcohol en sangre.Al día siguiente, el taxista Pedro M. M., quizá sintió envidia del hermano de Miguel Boyer y se dedicó a jugar al ratón y al gato con la Policía Municipal. Ésta le dio el alto en la calle del Capitán Haya por conducir de forma temeraria, pero el taxista no se enteró de nada hasta que fue interceptado en la calle de Bravo Murillo. Llevaba una copa de más. O dicho con lenguaje oficial: tenía 3,1 miligramos de alcohol en sangre.
A las ocho de la tarde del mismo día 29, "un hombre indocumentado", que aparentaba unos 50 años de edad, se arrojó, al vacío desde el Viaducto, ese puente desde el que miles de suicidas han pasado a mejor vida. A la misma hora, un joven de 19 años se cayó -o se tiró voluntariamente- desde un tercer piso de la calle de Ruiz Perelló.
El 30 de abril, una serpiente de un metro de longitud se cansó de estar encerrada y decidió darse un garbeo por la Villa y Corte aprovechando que ésta se hallaba despoblada. Un vecino se asustó de la presencia del ofidio -porque lo normal es que estos bichos estén en la jungla y no en la ciudad- y llamó a la policía.
A las 9.50 de ese mismo día, los bomberos descubrieron el cadáver de Carmen F. M., de 80 años, en su casa de la calle de Felipe Castro. Doce horas más tarde, Juan Francisco S. G., de 28 años, fue hallado muerto en la avenida de Daroca, cerca del poblado de Los Focos. Nada importante: un drogadicto más que hizo su último viaje.
Impúdico bañista
A mediodía del 1 de mayo, José María O. M., de 23 años, quizás echó de menos el mar de su Canarias natal y decidió darse un bañito en el estanque que hay frente al palacio de Cristal, en el Retiro.Lo malo es que el joven se quedó como su madre le trajo al mundo y eso hizo que más de un ciudadano requiriese a la autoridad competente. Avisados los bomberos, éstos dijeron que necesitaban un bote neumático para entrar en busca del impúdico bañista, aunque al final se metieron al agua a pie y le capturaron sin mayor problema.
Tres conductores se liaron a tortas a las ocho de la tarde del mismo 1 de mayo a la altura del número 333 de la avenida de Logroño. Uno de ellos, Manuel T. P., tuvo que recibir asistencia médica. Durante la madrugada de ayer se registraron en Madrid 11 accidentes de tráfico con siete heridos leves.
Hasta los chorizos se han tomado vacaciones. En la capital solamente se quedaron de guardia los de siempre: los revientapisos (que saben que estas fechas son las más productivas para ellos) y los carteristas (que no ignoran que estamos en fiestas y que los extranjeros traen la faltriquera esperando que alguien se la cambie de sitio).
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