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VUELTA CICLISTA A ESPAÑA

El 'otro' Delgado es el 'farolillo'

Robert Álvarez

Manuel Delgado rinde tributo en esta vuelta a su apellido y a su condición de farolillo rojo (último clasificado). Hay que buscarle siempre en el último grupo. Entre los que llegan a la ineta cuando el resto ya está en el hotel. Sus compañeros de viaje acostumbran a pedalear en un valle de lágrimas. Padecen achaques, golpes y enfermedades. Su única preocupación es llegar, como sea, antes de que se cierre el control horario, lo que les dejaría fuera de la carrera "A veces tenemos que pedir la referencia del fiempo que llevamos perdido a los espectadores", asegura.Delgado tiene 24 años. Ésta es su segunda temporada como profesional y milita en el modesto equipo Mavisa. No he tenido demasiada suerte hasta ahora", confiesa con una sonrisa en los labios. "El año pasado apenas corrí ninguna carrera a causa de una enfermedad y de una lesión y en esta Vuelta estoy padeciendo un problema de sinusitis que me impide respirar con normalidad".

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Está a más de una hora del líder, Julián Gorospe, pero eso no le preocupa en absoluto. "Tal como estoy ahora, para mí ya sería un éxito acabar, pero si tengo suerte estaré recuperado en dos o tres días.

Entonces lucharé por ganar una etapa", dice con un optimismo arrollador. En este sentido cree tener la "suerte" de militar en un equipo como el Mavisa, "que nos da una total libertad y que tácticamente sólo nos supedita a la lucha de Miguel Ángel Iglesias por las metas volantes".

Falta de solidaridad

Explica que no existe un excesivo sentido de la solidaridad a pesar del mal estado en que se encuentran los que llegan en ese grupo de rezagados. "Nos damos relevos, pero cada uno va a lo suyo". Para él la opinión pública en general está muy equivocada: "La gente cree que somos los más malos, pero sólo somos los que más problemas tenemos. A veces algunos de los buenos también tiene que pedalear junto nosotros, como el holandés Suykerbuyck, que sufre una gastroenteritis".

Para él no es nada nuevo ser farolillo rojo de una carrera. En la Vuelta al País Vasco ya ocupó esa posición después de haber sufrido una hipoglucemia "cuando acabé la etapa de Ibardín me metieron en una ambulancia y me dijeron que no podría continuar la carrera, pero yo estaba cerca de mi casa, de San Sebastián, y decidí acabar fuera como fuera".

El llevar el mismo apellido de Pedro Delgado supone una expectación inusual en torno a él. "Tener el mismo apellido que un gran campeón a veces perjudica y a veces es una suerte. Quienes más bromas me gastan con mi apellido son mis propios compañeros de equipo. Ahora que suena tanto el anuncio de la ONCE me llaman el otro Delgado".

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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