Los músicos podrán ensayar gratis en tres estaciones de metro
La Dirección de Juventud de la Comunidad ha llegado a un acuerdo con la compañía Metropolitano de Madrid para acondicionar 12 salas de ensayo en espacios no utilizados de tres estaciones. La carencia de locales adecuados para los cerca de 500 grupos musicales que existen en la ciudad se salda en la actualidad con largas listas de espera.Son tubos de cañón, en la jerga del metro: accesos a las estaciones y pasillos que han quedado fuera de servicio o que simplemente no se llegaron a utilizar nunca, situados en las estaciones de Las Musas (San Blas), Cuzco y Usera, por donde circula un total de cuatro millones de viajeros al año.
El director regional de Juventud, Ricardo Rodríguez Contreras, avanza que con menos de dos millones de pesetas se podrá habilitar cuatro salas de ensayo en cada una de estas estaciones antes del verano. "Sólo hay que poner suelo de goma y recubrir de corcho o arpillera los muros para conseguir unas buenas condiciones acústicas", puntualiza. Luz de cuarzo, para evitar Ia dureza del neón", y "superpuertas de seguridad" completarán el equipamiento de los locales.
Accesos independientes
El Metro, por su parte, proporciona el fluido eléctrico y cede el uso de los locales, que tendrán un acceso independiente desde los vestíbulos de las estaciones. En una segunda fase, se acondicionarán nuevos espacios para los grupos musicales en otros puntos de la red del ferrocarril metropolitano, como Puerta de Toledo, Ventas y Marqués de Vadillo.Para Rodríguez, el principal problema que plantea esta iniciativa, que califica de "imaginativa", estriba en la gestión y la seguridad de los locales. Al frente de cada uno de ellos se situarán empleados de la Dirección de Juventud.
José Robles es uno de los socios de Tablada, 25; un centro privado con 15 locales de ensayo, que los músicos pueden alquilar por 35.000 pesetas al mes. "Tenemos más de 20 grupos en lista de espera", reconoce Robles. A su juicio, no hay más de siete u ocho locales adecuados en Madrid, como La Nave -en Vallecas- o -Carabox -en Carabanchel-, un número insuficiente para atender una demanda en constante incremento. Sin embargo, Robles advierte de los riesgos que entraña la seguridad de los locales, donde se guardarán costosos instrumentos y equipos electrónicos.
Por su parte, Fernando Martín, portavoz del Colectivo de Músicos de Madrid, se muestra reacio a "institucionalizar" la actividad de los grupos: "Se puede caer en el dirigismo cultural si las instituciones controlan los locales de ensayo".
Fernando Martín también alerta sobre la inseguridad en lugares de acceso público, como el metro. Aunque apoya la la gratuidad de uso de los locales, el portavoz de los músicos considera que grupos punkis, por ejemplo, pueden tener problemas para que la Administración les deje ensayar, y advierte: "Es preferible fomentar las iniciativas del sector privado; no puedo imaginar que músicos como el surafricano Johnny Clegg puedan ensayar en locales controlados por su Gobierno".
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