Shatalin: "Quienes dicen que queremos, vender el país son incompetentes"

Stanislav Shatalin, el académico y miembro del Consejo Presidencial soviético en el Instituto Central de Economía Matemática, es gorbachoviano, ajedrecista, fanático del fútbol, optimista y apasionado partidario de la reforma económica. Su voz se altera, se levanta del asiento y con un gesto agrio tacha de "incompetentes" a quienes acusan al equipo del Gobierno soviético de querer vender el país por abrirlo a la ayuda de Occidente. Shatalin siente simpatía por el grupo Plataforma Democrática, se define como socialdemócrata, no confía en Borís Yeltsin, y asegura que si en el PCUS triunfan los conservadores, lo abandonará.

Shatalin viene a España el próximo martes para participar en el simposio La Perestroika económica y España, organizado por el periódico Cinco días y que se celebrará los días 3 y 4 de mayo en el hotel Eurobuilding de Madrid. En él participarán, entre otros, Valentín Pávlov, ministro soviético de Hacienda, VIadímir Scerbakov, ministro de Trabajo, y Gavril Popov, recién elegido alcalde de Moscú.El académico no cree que las diferencias sobre la reforma económica de la URSS sean "sólo de orden político"; también están determinadas por el "diferente grado decompetencia" de las personas. Por ejemplo, los que dicen que pidiendo ayuda a Occidente "nosotros queremos vender el país, perdóneme, pero, aunque sean sinceros en su preocupación por la patria, son simplemente incompetentes". "¿Qué hacer?, se pregunta Shatalin, "Convencerlos, demostrarles que están errados, que no hay que ser como el perro del hortelano, que esto nos conviene a todos".

Shatalin y el programa preparado por el Gobierno -concretamente por el académico Leonid Abalkin- parecen coincidir en muy poco, exceptuando lo estratégico. "El asesor de Mijaíl Gorbachov Nikolái Petrakov y yo estamos categóricamente en contra de subir los precios este año", afirma uno de los dos partidarios "más acérrimos" de la economía de mercado.

"La democracia se está convirtiendo en libertinaje y aumentan la criminalidad, la falta de respeto a las autoridades, la incompetencia y la irresponsabilidad social. Ya estoy cansado de esta enumeración", dice. "Lo único que disminuye es el nivel de educación, de intelectualización de la nación".

Esto era "previsible", pero no hay que conformarse con ello". Los sindicatos, que "nunca defendieron al trabajador soviético, ahora quieren hacer capital fácil".