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Leguina rehúye la polémica y busca un acercamiento con Barranco

Juan Carlos Sanz

El presidente de la Comunidad, el socialista Joaquín Leguina, guarda silencio después de haber prendido la mecha de una polémica con transcendencia nacional, surgida hace una semana con la defenestración política del presidente andaluz, José Rodríguez de la Borbolla. Por el momento, colaboradores próximos del presidente destacan el acercamiento de Leguina con el ex alcalde de Madrid, Juan Barranco.El respaldo de Leguina a Rodríguez de la Borbolla, poniendo las "barbas a remojar", con las consiguientes críticas a la cúpula del PSOE, amenazó con abrir una profunda grieta en la troika que controla la Federación Socialista Madrileña (FSM): el presidente regional, José Acosta; Barranco, y el propio Leguina, como secretario general.

Acosta, miembro del comité federal del PSOE, se apresuró a desautorizar las declaraciones de Leguina.

Sin embargo, tras dejar pasar unos días de reflexión, el actual portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Juan Barranco, expresó su apoyo a Leguina "como presidente de la Comunidad y secretario general de la FSM". Barranco calificó de "especulaciones", las informaciones que le sitúan como candidato a desplazar su "amigo personal" del despacho de la Puerta del Sol.

'Plan Felipe'

Leguina, según fuentes de la presidencia regional, trabajaba ayer "ilusionado" en la gestión de Gobierno. La perspectiva de fuertes inversiones procedentes del Ejecutivo central para mejorar la red de transportes del área metropolitana, conocido como Plan Felipe, ocupa actualmente la atención del presidente.El pasado lunes no dudó en suspender una reunión de trámite de la FSM, para impedir se agriara la polémica. Anteayer se fue de inauguración a Talamanca del Jarama. Por el camino comentó que no se sentía desautorizado por Acosta, aunque reconoció la existencia de "tensones" en la FSM. Por la noche habló con militantes de Latina, un distrito con numerosos elementos críticos.

Diversas fuentes de la Asamblea regional coinciden en resaltar la proverbial capacidad de recuperación de Leguina. Después de la retirada del recargo impositivo del 3%, por consejo de Felipe González, y tras escapar de la moción de censura gracias a la abstención del diputado regional Nicolás Piñeiro, el presidente supo reaccionar a tiempo, antes de que sus antagonistas en el aparato del PSOE pudieran hacer leña del árbol caído.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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