Martín Vázquez firma la superioridad del Madrid
Los campeones de Liga, que jugaron con mas parsimonia que serenidad frente al nervioso Osasuna, ganó cómodamente en El Sadar gracias a las genialidades individuales de Martín Vázquez. El jugador madridista materializó la superioridad técnica de su equipo con dos goles. No hubo incidentes graves en el partido aunque sí tensión ambiental. Osasuna fue víctima de su propia presión, de su afán por ganar e intentar un puesto en la Copa UEFA, que con este resultado se aleja. Al Madrid le bastó con saber estar sobre el campo para asegurarse el triunfo.John Benjamín Toshack incluirá El Sadar entre los campos que le traen buena estrella Como entrenador de la Real Sociedad, el galés visitó el estadio pamplonés en tres ocasiones y en todas consiguió la victoria. Como técnico madridista repite los mismos éxitos. Tuvo vista al dejar en Madrid a Buyo, jugador conflictivo en este campo. Los conflictivos del graderío sur de El Sadar, que esta vez se pasaron el partido gritando y coreando insultos, se quedaron sin juguete y lo echaron de menos, pues entre sus gritos suaves estuvo el de: "No estamos todos, nos falta Buyo".
Osasuna saltó al campo con la idea clara y concreta de impedir jugar al Real Madrid. La pretensión de superar a los madridistas en técnica no pasó por la imaginación de los hombres de Zalbaza, el técnico local, por lo que jugaron a tope sus bazas de rapidez, anticipación y presión, pero sin orden ni concierto, cosa que no hicieron en las últimas jornadas, tal vez porque el partido con el Madrid es siempre diferente para los osasunistas por encima de épocas y de hombres.
Pero Osasuna no pudo esta vez ganar al Madrid con esas elementales armas. Los madridistas frenaron con gran serenidad los desordenados ataques locales y estuvieron viéndolas venir sin arriesgar excesivamente hasta que el primer gol de Martín Vázquez les puso en ventaja en el marcador y borró las esperanzas locales.
Los desplantes de Michel y Toshack, al salir fuera del banquillo y la lesión de Butragueño, completamente fortuita en un agarrón al borde del área al delantero madridista, que cayó de mala postura y se produjo un corte en una pierna, caldearon el ambiente. López Nieto tampoco señaló esta falta.
El segundo gol de Martín Vázquez evidenció la superioridad de un Madrid que no se esforzó nunca, se limitó a aprovechar las genialidades de este jugador, a explotar su superioridad técnica y a no dejarse arrastrar por el miedo ambiental sobre un desquiciado Osasuna que ahora hace las cuentas de la lechera para la Copa UEFA.
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