Pobre Doñana
A los terroristas que matan, se les condena. A los criminales, también, pues matan por matar a seres inocentes. Y como somos un país civilizado y con leyes, éstas se les aplican. Pero, ¿qué pasa con el coto de Doñana?Pues que estas mismas autoridades y, ante todo, un señor alcalde de un pueblo que se llama Almonte, con sus leyes, se erigen en dueños de millones de vivientes y, de paso, de las personas, no de Almonte, sino de Europa, ya que los bosques de Brasil los necesitamos todos para respirar. Los bosques de Alemania también son de los almonteños. ¿Para qué quiere el alcalde más turismo y más chalés, si con los que hay no se aclara?: los mismos baches, la misma basura, los mismos alcantarillados atascados, depuradoras averiadas, playa contaminada, como en el verano de 1989, todos los años la misma historia, los mismos monstruos máquinas Carterpillar con sus ruidos y contaminación, destrozando las calles antes de que lleguen a estrenarse, como si Matalascañas, en vez de una ciudad, fuera una cantera.
Señor alcalde, si todo esto que ocurre en su Ayuntamiento "es normal", como me dijo un je fazo de su municipio en septiem bre de 1989, yo le replico que al alcalde austríaco de un munici pio mucho más chico que Ad monte se le puso que sus bos ques, animales, vacas y ciudada nos tenían de recho al silencio y, a respirar, y, ni corto ni perezoso, llevó al Parlamento la ley de pro hibir el paso de camiones, de diez de la noche a seis de la ma ñana, por la autopista que une el norte con el sur de Europa, oca sionando la pérdida de miles de millones de marcos, y amén. Austria y él solo contra Alema nia, contra toda Europa. ¿"Es normal" lo que me dijo su jefazo?
Como no sé hasta dónde lle gan sus incursiones ni el funda mento de su visión política de los problemas, le invito a mi casa un par de semanas, pensión comple ta, para ver si usted consigue comprender que coto de Doñana sólo hay uno y quizá le quite el cargo de presidente del coto a Guerra y demuestre que, antes que alcalde, es usted un ciudada no europeo, consciente de su responsabilidad humana.-
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