Una mirada cortés e irónica

Luis Buñuel conocia muy bien a los burgueses porque él mismo era uno de ellos y, sobre todo, tenía una experiencia de primera mano con los que vivían en Francia, que son especialmente exquisitos. El discreto encanto de la burguesía fue una de sus películas dedicadas monográficamente a analizar esta clase social y resultó una de las más apreciadas por el gran público, y, además, recibió el Oscar al mejor filme extranjero de 1973.El título de esta película conduce al espectador directamente al meollo de una historia aparentemente inconexa y errática en la que las ceremonias rituales burguesas, sus incongruencias e inspiraciones repentinas configuran un entrarnado muy atractivo, construido con brío e inspiración y en el que destacan las presencia de unos actores ,sobresalientes -Fernando Rey, Jean Pierre Cassel, Stephane Audran...- y un guión insólito en el que se aprecia un ánimo revolucionario templado ya por la edad y el peso del desengaño. Entre el Buñuel violento de La edad de oro y esta producción hay más de 40 años, pero queda en ella la huella de un autor lleno de sabia malignidad.