El guardia Del Río dice que compró el arma a un pastor de Villalba

José María del Río, guardia civil cuyo disparo causó la muerte al joven José Luis Santarem a la salida de un bar de Villalba, declaró el pasado lunes ante Juan Luis Rodríguez Ponz, juez de Instrucción y de Primera Instancia de Collado Villalba, que la munición y el arma utilizadas en el suceso se las había comprado a un pastor de Villalba, llamado Juan que ya no vive en dicha localidad, según ha declarado Juan Aguirre Alonso, abogado de la familia Santarem. Dos de los cuatro testigos que acompañaban a Santarem en la noche de su muerte declararon ayer arte este juez.Aguirre pedirá al juez un careo entre los testigos de los hechos y los cuatro guardias civiles que participaron en los mismos, y solicitará una ampliación de las declaraciones de Del Río y de sus compañeros. El juez Rodríguez dijo que "de momento no hay motivo para privar de libertad a los otros guardias civiles".

Aguirre Alonso manifestó ayer que las declaraciones efectuadas el lunes por los cuatro guardias son contradictorias. Mientras tres agentes afirman que la reyerta fue muy breve, el autor del disparo dice que "la pelea fue larga" y que la distancia entre Santarem y él era "de un metro y medio". En las declaraciones se dice que Esther Ruiz López, apodada La Bombi, "se insinuó y que se dejaba besar por Del Río", dijo Aguirre. La versión del sargento que acompañaba a los guardias coincide con la de uno de los testigos, Carlos Vidal, en la que se dice que estaban agrupados. Vidal testificó que el arma estaba a 10 centímetros de la víctima.

Cambiar la munición

Del Río intentó cambiar la munición por otra reglamentaria. Por eso, dice Aguirre, "se comió el casquillo". En el lugar de los hechos se encontraron dos vainas y un proyectil, y en los alrededores del puesto de la Cruz Roja, donde fue llevado Santarem, se hallaron tres cartuchos sin detonar.

Aguirre sostiene que los guardias civiles que intervinieron en la muerte de José Manuel "estaban en perfecto estado, eran conscientes de lo que hacían y después, fríamente, buscaron la coartada". El abogado denunció también que las prendas de José Santarem, que quería presentar como prueba, han desaparecido.

Rosana García, la novia del fallecido, dijo que durante la declaración de los amigos de José Manuel ante la Guardia Civil "se les dijo que estaban en presencia de un juez y era falso".

Mañana declararán dos nuevos testigos, desconocidos hasta ahora. Aguirre no quiso identificar a estos testigos en la tarde de ayer, ya que piensa que "están recibiendo presiones", aunque no especificó de donde provenían.