La CNT ratifica su oposición a las elecciones sindicales y a los comités de empresa
Vicente Villanova Gardó, del sindicato del metal de Valencia, fue elegido ayer nuevo secretario general de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). El sindicato terminó su séptimo congreso, en el que se decidió la acción sindical para los próximos años: no participar en las elecciones y apoyar las secciones sindicales. Villanova, catalán, de 52 años, 32 de los cuales los ha dedicado a la central libertaria, fue elegido por 72 sindicatos (que equivalían a 105 votos), frente a los 28 sindicatos (35 votos) de Ignacio Lamata, del sindicato de oficios varios de Martorell, segunda propuesta más votada.
Un total de 78 sindicatos -95 votos- no traían acuerdo de asamblea o se abstuvieron en la votación final. A más distancia quedaron el secretario saliente, José Luis García Rúa, y Luis Fuentes, de Enseñanza de Granada y Oficios Varios de Bilbao respectivamente, que lograron el apoyo de 18 sindicatos cada uno.Asimismo, el pleno del Congreso designó a Valencia como sede de la Comisión Permanente de la secretaría general, que estará formada por miembros de la regional del País Valenciano, según adelantó a este periódico el nuevo secretario general de la CNT. "Este ha sido el Congreso más tranquilo de la CNT desde el comienzo de la transición. Ha sido tenso, con puntualizaciones, pero sin escisiones" comentó Villanova, con claros signos de cansancio tras una sesión que se inició a las 15:30 del sábado y finalizó a las 11 horas de ayer.
A juicio del nuevo secretario general, el congreso se ha caracterizado por la unanimidad a la hora de ratificar los aspectos claves del ideario anarcosindicalista de la CNT. "El 90% de los sindicatos ha votado en contra de la participación en las elecciones sindicales, en contra de los cargos retribuidos -liberados- y a favor de ratificar los principios, tácticas y finalidades de nuestra central. Esto es lo más destacado de estos cinco días;", reseñó.
Sin embargo, la central anarquista es consciente de la "precaria acción sindical" realizada, las mermas producidas por las escisiones sufridas en anteriores congresos y la incapacidad de consolidar la organización, "que en el mejor de los casos está en la misma situación que en el 83". El recién elegido secretario general, quien ha seguido de cerca el congreso de la Unión General de Trabajadores (UGT), constata el giro efectuado por la central a la hora de buscar un nuevo modelo sindical. "Ahora se apunta a lo que la CNT ha venido manteniendo desde siempre: lo pernicioso que ha sido para el movimiento obrero los comités de empresa. Luego criticarán las elecciones sindicales y más tarde apoyarán sólo las votaciones mayoritarias. Creemos que la UGT pasa por uno de sus momentos más difíciles, que se constata en el tema de las cuotas y en su total distanciamiento de los trabajadores".
La concertación social
La sesión de madrugada de ayer estuvo dedicada exclusivamente a la discusión de la ponencia sobre acción sindical. Ha sido la ponencia estrella del congreso. Tras una breve introducción, marcadamente economicista, donde se constata que se "ha entrado en una segunda fase de concertación social con la que se trata de afrontar el 92, con un aparato productivo potente que sea capaz de frenar la crisis que se producirá después de esa fecha", se sientan las bases de la acción sindical de la CNT para los próximos años.
A pesar de apoyar las secciones sindicales, los beneficios que éstas reportan "no deben convertirse en el eje de nuestras luchas". Este punto suscitó un debate interesante, ya que 10 sindicatos -14 votos-, vertebrados en torno a oficios varios de Bilbao, apostaron por utilizar las elecciones sindicales como cobertura legal, en empresas y contextos determinados y bajo el control del sindicato. Los 55 sindicatos restantes optaron por la postura tradicional.
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