La central cambiará sus estatutos para evitar que quienes ganen en Seat o Hunosa controlen los congresos

Los delegados ugetistas debatieron el jueves, y continuarían discutiendo el viernes y ayer la modificación de los estatutos de la central para evitar que quienes ganan en organizaciones como las de Seat, Hunosa y Baracaldo controlen los congresos. Así se intenta acabar con el efecto dominó, ya que los delegados elegidos en esas empresas o agrupaciones vienen imponiendo su mayoría en la unión, comunidad autóriorna o federación respectiva y consecuentemente en el conjunto de la confederación. Ello ha provocado los problemas registrados en el sector del metal y los todavía no resueltos en la minería entre sectores con criterios distintos respecto a las relaciones con el partido socialista.En la propuesta presentada en la ponencia del comité confederal, que previsiblemente sea aprobada sin problemas, se sugiere la introducción de un artículo de nueva creación donde se dice que "para la elección de órganos de direccIón a todos los niveles, así como para el nombramiento de delegaciones a congresos de ámbito superior, se requerirá de mayorías cualificadas, siendo exigible como mínimo la mayoría simple y el respaldo de al menos el 25% de las organizaciones asistentes al congreso".

También se prepara otra modificación de los estatutos que palie los defectos denunciados por dirigentes cualificados del sindicato, incluido el propio Nicolás Redondo, tras el debate de gestión de la ejecutiva. Todos coinciden en que se trata de un sistema arcaico que obliga a hablar a los ponentes únicamente para exponer críticas. De hecho en ese largo debate iniciado en la tarde del miércoles y que acabó avanzada la madrugada de ayer, los intervinientes tuvieron que recurrir a piruetas oratorias para justificar sus ataques y éstos se centraron en análisis de problemas organizativos y de intendencia como protestar por que a ciertos delegados no se les había abonado el billete, y alguna agrupación por haberles enviado fotocopiadoras defectuosas.

Las grandes cuestiones no pudieron ser analizadas por los cuadros sindicales, que están básicamente de acuerdo con el modelo de organización o la acción sindical y así las grandes críticas se vieron reducidas a las expuestas por Manuel Garnacho, secretario general de la federación de construcción, quien sobre todo denunció la ausencia de debate en el seno de la central y el que, salvo la comisión de conflictos, en la Unión General de Trabajadores se trabaje poco.

El presidente del congreso, José Luis Daza, y el responsable de organización en funciones, Antón Saracíbar, no están de acuerdo con que haya ausencia de debate.