El Barón de Estrasburgo

Cuando Enrique Barón Crespo ganó la presidencia del Parlamento Europeo, el pasado mes de Julio, se ofendió al comprobar que su secretario general, Enrico Vinci, ocupaba un despacho junto al suyo. Barón quería que su jefe-consejero, José Pons, a quien se le asignó un despacho en la planta inferior, estuviese más cerca de él. De este modo, Barón insistió en que Vinci cediese su despacho a Pons.Desde entonces, la arbitrariedad de Barón le ha hecho impopular entre el personal del Parlamento. Tampoco los eurodiputados están demasiado impresionados. (...) La fuerza de Barón parece estar en la diplomacia tras la escena política, donde su dominio de seis idiomas le ayuda. Él buscó, con aparente éxito, persuadir a los miembros de la CE que estarán presentes en la conferencia intergubernamental comunitaria de diciembre de que acudan a una preconferencia en mayo. El Parlamento utilizará la ocasión para presionar para que una reforma constitucional que conceda más poderes a la asamblea forme parte de la agenda de la conferencia de diciembre. (...)

(...) Las relaciones entre Barón y la administración del Parlamento son todavía tensas. El duro Enrico Vinci y el arrogante secuaz de Barón, José Pons, han competido por la autoridad. (...) Según un antiguo eurodiputado, "el problema de Enrique es que su orgullo de hidalgo le impide ver sus defectos, y el resultado es que él siempre cree saber lo que más conveniene".

9 de abril