Los coches europeos, a examen

Una de las mejores pistas para la homologación de automóviles de Europa se abrió en febrero en Madrid. Gigantescos camiones, los modelos de coche que nos harán soñar el año que viene, remolques, todo terreno y toda clase de vehículos esperan junto al anillo de asfalto de 900 metros de diámetro el momento de pasar las pruebas de ruido ambiental, de frenado o de contaminación. La pista de Torrejón está abierta a todas las casas comerciales que deseen homologar sus prototipos.

Desde que el fabricante de coches decide sacar al mercado un nuevo modelo hasta que llega a las manos del comprador, han de pasar al menos tres años en los que cada pieza del vehículo, hasta el último botón, ha de ser homologado."Una homologación es un examen que garantiza unas calidades mínimas conforme a unos criterios fijados por la legislación Internacional", explica Ricardo Chicharro, ingeniero del Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales (INTA) y diseñador, junto con el también ingeniero Antonio Alvarado, de la pista de ensayo para vehículos automóviles.

Chicharro recuerda los tiempos en los que solamente se homologaban determinadas piezas del vehículo, como los cinturones de seguridad o los seguros antirrobo. El ingreso de España en la CE ha obligado a ampliar los procesos de homologación. "Antes de tener el anillo pedíamos prestada una pista en la base americana de Torrejón. Tardábamos más del doble en realizar el trabajo que ahora hacemos en una semana", explica el padre de la pista.

Atascos de mentira

La pista es un anillo de 450 metros de radio que se completa con una recta de frenado de 400 metros de longitud. Los nueve metros de anchura de la calzada se dividen en tres sectores: el primero, llano, se utiliza para hacer pruebas de circulación lenta y simulación de atascos; el segundo se utiliza para simular la circulación en autopista y en el tercer sector se hacen las pruebas a velocidad máxima. La calidad de su diseño convierte el anillo de Torrejón en uno de los mejores de Europa, y las grandes empresas internacionales del motor ya vienen a probar aquí sus vehículos."Es difícil que rechacemos un vehículo, porque cuando llega a pasar las pruebas ya trae ,al menos 75 informes que garantizan que todos sus componentes se han homologado por separado, aquí sólo pasan el examen final", explica Chicharro. "Sin embargo, estamos rechazando casi el 80% de los remolques y semirremolques que se presentan a las pruebas ya que no se ajustan a una reciente directiva en materia de frenos. El problema es que algunas Comunidades Autónomas permiten que estos vehículos, normalmente fabricados por empresas pequeñas, circulen sin haber pasado las pruebas".

Para Chicharro, la pista es mucho más que un enorme anillo de asfalto: "es un laboratorio, un campo de pruebas donde podemos analizar aspectos que van más allá de la seguridad de los vehículos" explica entusiasmado. "Por ejemplo, vamos a presentar un proyecto en Ginebra para estudiar aquí las reacciones del conductor medio ante situaciones de fatiga y somnolencia".