La amenaza de huelga en el Metro colapso los accesos por carretera a la ciudad

Cientos de conductores madrileños se levantaron ayer hasta una hora antes para llegar al trabajo ante la amenaza de una huelga en el Metro que coincidía con el duodécimo día sin autobuses urbanos. Los habituales atascos se vieron agravados con un aumento del 10%, lo que colapsó algunos accesos. Mientras en la superficie la gente aguantaba el atasco o buscaba un taxi, el Metro funcionaba con normalidad. Entre tanto, UGT y CC OO decidieron ayer iniciar un acercamiento de posturas con la Plataforma Sindical, convocante de los paros en la Empresa Municipal de Transportes (EMT).

La hora punta se adelantó una hora sobre lo habitual. Hubo colas hasta el kilómetro 14 en la carretera de Extremadura y nuevo tapón en las obras de la N-VI. A las diez de la mañana seguía el colapso y ya no cabían más coches en la capital. Los ejes de la Castellana, O'Donnell, Delicias y la M-30 tampoco se habían librado al mediodía del agobio.Los usuarios de la estación de Metro Puerta de Toledo se agolpaban a las nueve de la mañana ante los tablones de anuncios donde figuraba la lista de servicios mínimos. Con recelo, aguardaban la llegada del tren, que llegaba semivacío.

Los trenes circularon al cien por cien, según un portavoz de la compañía. El sindicato convocante de la huelga, la Confederación General del Trabajo (CGT), denunció las maniobras de la empresa para boicotear el seguimiento de los paros en la línea 1 (Portazgo-Plaza de Castilla) mediante el traslado de brigadas de trabajadores de reserva. La dirección del Metro, que confirmó que en esta línea tres trenes sufrieron retrasos, reconoció que la afluencia de público fue inferior a la habitual.

La central UGT se apresuró a saludar "la muestra de raciocinio de los trabajadores del Metropolitano (...) al no secundar la huelga". El sindicato socialista consideró que "la normalidad laboral ha sido absoluta". El secretario regional de UGT, José Luis Daza, declaró a la agencia Europa Press que "las ofertas que hay en la mesa de negociación satisfacen a los trabajadores". Hoy se reunirán los sindicatos con la dirección del Metro para reanudar las conversaciones. El último escollo para el acuerdo salarial estriba en el reparto entre los 6.200 trabajadores de un fondo complementarlo de 300 millones de pesetas.

Servicios mínimos abusivos

En las cocheras de la plaza de Castilla, una cincuentena de trabajadores del Metro asistieron a la asamblea de la CGT. La continuidad de los paros, convocados hasta el próximo 6 de abril, puede replantearse en cualquier momento, tal y como votaron el lunes unos 250 empleados. Según Europa Press, Manuel Fernández, secretario de la CGT, reconoció el fracaso de la huelga, que achacó a los abusivos servicios mínimos".

Los trabajadores de la EMT, entre tanto, siguieron ayer en huelga por duodécima jornada consecutiva. Unos 3.000 empleados participaron en la asamblea convocada por UGT y CC OO para explicar el preacuerdo firmado con la empresa. En la asamblea, en la que hubo momentos de tensión, los citados sindicatos acordaron con la Plataforma Sindical iniciar negociaciones para acercar posturas. Un representante de UGT llegó a reconocer que el preacuerdo había servido para poco, ya que los trabajadores habían seguido en huelga.

Por otro lado, la Delegación del Gobierno ha prohibido el itinerario de la manifestación solicitado para hoy por la Plataforma (desde Cibeles al Ayuntamiento) y ha recomendado que la marcha discurra entre las plazas de Atocha y Jacinto Benavente.

Podría producirse un posible acercamiento de posturas si se confirma la intención de la Plataforma Sindical de rebajar su exigencia de subida salarial hasta 15.000 pesetas lineales por mes en 1990, frente a las 25.000 que se exigían anteriormente. El resto, 10.000 pesetas, se debería abonar a partir del 1 de enero de 1991.