Turismo y muerte en Acapulco
Seguidores de Cárdenas denuncian fraude electoral y asaltan 20 alcaldías mexicanas
Un combate de más de 10 horas con armas cortas y largas, arcos y machetes sostuvieron el 6 de marzo policías y militantes de la oposición en el pueblo de Cruz Grande. La lucha fue tan intensa que los cadáveres de dos de los tres policías que perdieron la vida quedaron casi medio día tendidos en el suelo, sin que nadie pudiese acercarse a retirarlos. Dos de los opositores murieron también en su intento de mantener el control del palacio municipal, ocupado varias semanas antes para protestar por un fraude electoral. Cruz Grande no se encuentra en El Salvador o en Colombia, sino en el sur de México, en el estado de Guerrero, a menos de 100 kilómetros del puerto de Acapulco
Los violentos enfrentamientos entre policías y, opositores ocurridos cerca de Acapulco, donde miles de turistas norteamericanos, japoneses y españoles se doran al sol cada día en una de las bahías más hermosas del mundo no es un suceso aislado. Es un caso más de una crisis que se prolonga desde hace tres meses en varios pueblos de ese mismo Estado y en otras ciudades del país que demuestra la difícil transición política a la que se enfrenta México y la fragilidad del proyecto modernizador del presidente Carlos Salinas.Las elecciones municipales del pasado mes de diciembre en Guerrero desencadenaron acciones de protesta por parte del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, que denunció fraudes en la mayoría de los municipios. Las alcaldías de 20 de ellos fueron ocupadas desde entonces por militantes del PRD, que, armados con escopetas y algunas armas modernas, mantuvieron durante semanas auténticos "gobiernos populares", ante el desconcierto de las autoridades.
Para desalojar a los 20 hombres del PRD que defendían el Ayuntamiento de Cruz Grande fueron necesarios varios cientos de policías. Algunos de ellos, reforzados por civiles armados, todavían rodean la sede de la presidencia municipal en un clima de tensión palpable.
Después de las elecciones de diciembre, los dirigentes del PRD de Cruz Grande, convencidos de una victoria que no les fue reconocida oficialmente, decidieron cumplir de hecho con lo que consideraron había sido el mandato popular. Se instalaron en las oficinas municipales y extendieron permisos para matanzas de animales y casamientos. Hasta se permitieron irrumpir por la fuerza en un baile que no había obtenido autorización del alcalde del PRD.
Recuento irregular
Cruz Grande es una localidad de unos 25.000 habitantes, a hora y media de uno de los centros tu rísticos más importantes de mundo, que carece de agua pota ble y de teléfono. Neli Garibo una dirigente local del PRD, dice que fue testigo del recuento de votos, que daba una victoria a su partido por más del doble de sufragios sobre el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI). La organización del PRD en otro pueblo del Estado, Coyuea de Benítez, situado en la costa que une Acapulco con el segundo polo turístico de la región, Ixtapa-Zihuatanejo, está bastante más desarrollada. Por su plaza se pasean aún los militantes de oposición con pistolas, escopetas y rnachetes, dispuestos a que se respeten los acuerdos que permitirán un gobierno conjunto PRI-PRD. Los resultados oficiales proclamaron el triunfo del PRI, pero todos las vecinos que participaron en el recuento guardan datos que daban claramente la victoria al PRD.
En Coyuca murieron cinco de las 19 personas que, según estimaciones de la Prensa local, han perdido la vida hasta ahora en los sucesos de Guerrero. Aunque no todos los incidentes en los que se produjeron víctimas mortales están suficientemente aclarados, se estima que 11 de los muertos eran miembros del PRD, cinco del PRI y tres policías.
Los sucesos de estas semanas han extendido por el país el peligro de una violencia generalizada Cuauhtémoc Cárdenas ha advertido: "Trataremos de que el rumbo sea otro; no seremos nosotros quienes iniciemos la violencia pero tampoco estamos para que nos atropellen y ver pasivamente cómo se nos atropella".
La presión del PRD en Guerrero ha generado una verdadera crisis nacional por sus repercusiones en la figura de Carlos Salinas y, por el hecho de ser un Estado que sirve de imagen de México en el exterior. El gobernador Francisco Ruiz Massicu, un consistente ideólogo que ha formulado gran parte de la teoría modernizadora del actual presidente, ha declarado que su polít ca de represión policial está respaldada por el Gobierno de México.
Por otra parte, la situación de Guerrero ha hecho cundir el temor a una huida del turismo de las famosas playas, donde se concentran cinco millones de visitantes al año, la mitad del volumen turístico del país.
El pasado 27 de febrero varios miles de seguidores del PRD se pasearon por la costa de Acapulco gri tando -!Yanquis, a casa!" a los turistas que miraban asustados desde las ventanas de sus hoteles, aunque posteriormente fueron interceptados por la policía, que libró contra ellos una verdadera batalla campal que concluyó con dos manifestantes muertos y varios heridos de gravedad.
Los sucesos de Guerrero son reflejo, según analistas mexicanos, de la fuerte tensión existente entre el PRD y el PRI, entre Cárdenas y Salinas y hay un temor justi icado a lo que pueda ocurrir en próximas convocatorias electorales si no se consiguen antes condiciones para dar credibilidad a los resultados de las urnas.
Comicios bajo sospecha
El gobernador de Guerrero, Francisco Ruiz Massicu, que se deúne como neto representante de la corriente renovadora del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), se ha convertido en una de las figuras más controvertidas de México a raíz de los sucesos ocurridos en su Estado.El Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha pedido su renuncia y la apertura de un juicio parlamentario por lo que considera una actuación represiva. Ruiz Massicu mantiene que ha actuado con absoluto apego a la ley. "Si fuera un gobernador tradicional, probablemente hubiera soltado los triunfos y me hubiera ahorrado este calvario, pero yo decidí que no y que no podía poner mi autoridad política al servicio del PRD".
Reconoce también que "las elecciones no han sido impecables", pero asegura: "En todos los casos ganó quien ganó, a lo mejor no por todos los márgenes, a lo mejor no por el número de votos, porque no puedo saber si hubo algún grupo que haya hecho trampa, pero no creo que las trampas hayan modificado los resultados".
Ruiz Massieu es ya el dirigente del PRI más forjado en la lucha contra el PRD, y sus opiniones reflejan el clima de grave enfrentamiento entre las dos fuerzas. "El PRD, por los métodos que ha venido utilizando, es un partido neofascista". "Que un partido obtenga triunfos por presiones en la vía pública o en las oficinas públicas no es ningún avance democrático. El mérito del fenómeno Guerrero es denotar el riesgo de pervertir la democracia antes de haber nacido", agrega.
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