Un descubridor de futbolistas

Ramón Martínez se ganó con hechos su fama de descubridor de futbolistas en los 13 años de secretario técnico y gerente de un club modesto, el Valladolid. Su trabajo le dio rentabilidad económica y deportiva. Sin embargo, no le gusta que le consideren como tal porque cree que los jugadores se descubren por sí solos. El, que se conformó con no pasar de la categoría de aficionado, ha hecho del fútbol su profesión.No cuenta con un archivo de futbolistas que prometen porque le basta con su cabeza. "El fichero es un asunto para la galería. Hay mucha gente a la que le gusta vivir del cuento: que si tantos años, tanta estatura...". Su acierto es el trabajo. Su costumbre, que cumple desde hace tiempo, es presenciar cinco o seis partidos de juveniles por semana: miércoles, sábados y domingos.

Hace un par de temporadas, 14 futbolistas de la plantilla del Valladolid habían salido de sus equipos juveniles. Ha pisado por cuatro perras a los grandes clubes jugadores que después fueron traspasados a ellos por cifras millonarias. El Valladolid regaló 500.000 pesetas al Vélez Málaga a cambio de Fernando Hierro, al que luego traspasó al Real Madrid por más de 100 millones de pesetas. Eusebio costó 30.000 pesetas; Torrecilla, 50.000; Minguela, 150.000; Juan Carlos, 175.000.

No hace mucho fichó a Alberto, del Moscardó, uno de los equipos de los barrios madrileños que militan en Tercera División, por 1.500.000 pesetas. El Sevilla se interesó este año por él y el Valladolid le pidió 100 millones. El último internacional del equipo vallisoletano ha sido Moya, que salió de otro conjunto de los alrededores de Madrid, el Alcalá, que está en el grupo I de Segunda B.