Asesores fiscales proponen reducir "sustancialmente" la tributación de las rentas del capital
"En España, en un período corto de tiempo, la carga fiscal directa o indirecta que soportan los rendimientos del capital y los incrementos de patrimonio deberá ser reducida para situarnos al nivel de nuestro entorno económico, para no perder recursos financieros propios y capacidad de captar los ajenos". Ésta es una de las principales conclusiones que se extraen de un amplio informe elaborado por la organización Economistas Asesores Fiscales (EAF), dependiente del Colegio de Economistas de España. Según este informe, en España los tipos del impuesto sobre la renta han aumentado en los últimos años más que en el resto de los países de la CE.
El informe Delors y, la directiva de la CE de 1988 establecen la supresión de las restricciones a la liberalización completa de los movimientos de capitales entre los Estados miembros a partir de diciembre de este año, aunque para España no será efectiva hasla el 31 de diciembre de 1992. Ante ello, el informe de EAF señala que la perfecta movilidad de capitales manteniendo la actual carga impositiva de los impuestos directos favorecería los movimientos de capital en busca de las zonas con menor presión fiscal directa e indirecta, en contra de aquellos países que más carga Fiscal mantengan".En este marco, "para captar ahorro exterior y para que el ahorro interno no salga de nuestro país, nuestros tipos de rendimientos tendrán que ser competitivos con los del resto de países de la CU, señala el informe.La situación de la balanza de pagos española hace igualmente aconsejable una menor tributación de las rentas del capital en España, según EAF, ya que la desaparición de los flujos de inversión extranjera hacia nuestro país "sería insoportable para la estabilidad y el crecimiento económico".
Según EAF, el nuevo impuesto sobre la renta de, las personas físicas debería tener en cuenta estas circunstancias, "sobre todo si lo que se pretende es un impuesto permanente y no transitorio, como el que está vigente en la actualidad".
Además, hay que tener en cuenta que "la entrada de nuestro país en la CE supone, por vía de hecho, una cesión de soberanía que en el ámbito de la política fiscal se concreta en la imposibilidad de fijar unos tipos de gravamen muy diferentes, salvo para aquellas rentas que no tengan movilidad".El informe señala que, en términos generales, todos los países de la CE tienen una menor presión fiscal sobre las rentas del capital -Intereses, dividendos y plusvalías- que la que existe en España. "La única posibilidad de mantener una carga fiscal diferenciada en España reside en la práctica de una retención común o en el traspaso de toda la información referida a las operaciones de capital", explica el informe.
Armonización
Sin embargo, ninguna de las dos opciones parece ser viable en estos momentos, ya que la mayoría de los países apuestan porque sea el propio mercado el que regule el tráfico de capitales. Ante ello, "si nuestro país quiere evitar una salida masiva de capitales deberá reducir sustancialmente la tributación de las rentas del capital o, en su caso, no gravarlas si algunos países de la CE mantienen esta política", según EAF.
En cuanto a los tipos impositivos del IRPF, en España se ha producido durante los últimos años un aumento del tipo máximo, mientras que en el resto de los países la evolución ha sido la contraria. La organización EAF propone, igual que con el tratamiento de las rentas del capital, que se produzca un acercamiento a la fiscalidad europea.
Ante la reforma del impuesto, la citada organización propone "una presión impositiva inferior". La disminución de ingresos que se derivaría de ello "debería compensarse con el aumento de los impuestos indirectos o, en su caso, reestructurando el gasto público".
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