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Estado de emergencia en el 'homeland' de Ciskei

Los nuevos dirigentes del homeland surafricano de Ciskei aseguraron ayer que habían declarado el estado de emergencia en la región para ayudar en la represión de los atentados a la legalidad que se produjeron después del golpe de Estado del pasado fin de semana.El líder de la sublevación, el coronel Oupa Gqozo, de 36 años, dijo que el estado de emergencia decretado el pasado lunes ayudará a las fuerzas de seguridad para impredir la continuación de los desórdenes, que han costado al menos 20 vidas desde el golpe y colocaron a este territorio costero del océano indico al borde del caos.

En el transcurso de una conferencia de prensa, el coronel Gqozo no especificó las medidas que entraña el estado de emergencia, pero aclaró que su acción, apoyada por los cuatro miembros del nuevo Consejo de Gobierno de Ciskei, otorga mayores poderes a la policía y a los soldados para reforzar la ley.

Al menos 20 personas murieron y centenares fueron heridas cuando grupos de saqueadores festejaban el pasado domingo el golpe de Estado con el asalto e incendio de locales y edificios que se creían propiedad de simpatizantes del depuesto presidente Lennox Sebe, uno de los dirigentes más represores de entre los 10 que dirigen otros tantos homelands surafricanos.

El ministro surafricano de Asuntos Exteriores, Roelof Pik Botha, informó que se envió una compañía de comandos de Suráfrica, a petición del coronel Gqozo, a la universidad de Fort Hare en Ciskei "para prevenir un recalentamiento de la situación".

Otros comandos fueron enviados al área de Whittlesea para proteger instalaciones oficiales y hospital es, añadió el ministro surafricano.

El Consejo Militar de Ciskei informó que su propósito era reincorporar el territorio a Surafrica conforme a la política que preconiza el Congreso Nacional Africano (ANC), la principal organización antiapartheid.

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Sin embargo, dijeron que su prioridad es terminar con el clima de desórdenes, que ha provocado hasta ahora daños por valor de cuatro millones de dólares (unos 460 millones de pesetas).

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