Pacto entre las tres centrales vascas para el control de las elecciones sindicales

Los sindicatos mayoritarios de Euskadi, ELA-STV, UGT y CC OO, firmaron ayer el primer acuerdo en todo el Estado para el control de las elecciones sindicales de 1990, que en el sector público y privado se celebrarán en el último trimestre de este año. Representantes de las tres centrales se entrevistaron ayer con el consejero de Trabajo del Gobierno vasco, José Ignacio Arrieta, para solicitar que el Ejecutivo autónomo asuma el texto consensuado y disponga los mecanismos para garantizar el proceso electoral.

El acuerdo vasco para las elecciones sindicales, primer paso para el que UGT y CC OO negocian a nivel estatal, establece la creación de comisiones de control en los tres territorios y una comisión central de seguimiento y control, compuesta por dos representantes de cada sindicato firmante y dos del Departamento de Trabajo y Seguridad Social del Gobierno vasco.Además, se crea un sistema de arbitraje inapelable para resolver los posibles desacuerdos que surjan en el proceso electoral. Como en los acuerdos precedentes, no se recoge la participación de la patronal en las comisiones de seguimiento.

Con este texto se reafirma la unidad de acción de las tres centrales y se recupera el consenso roto en las elecciones de 1986, en las que quedó fuera UGT. Por primera vez en las elecciones sindicales vascas, los trabajadores del sector público y privado votarán cojuntamente para elegir este año a más de 14.000 delegados, según datos facilitados por las centrales.

Los secretarios generales de UGT, CC OO y ELA-STV señalaron que este consenso va a contribuir a la transparencia de las elecciones. "Este año vamos a intentar llegar al máximo de empresas posible e intentaremos generalizar la participación de los trabajadores, que en 1986 ascendió al 80%", señaló José Elorrieta, secretario general de la central vasca ELA-STV.

Los secretarios generales confirmaron que estas elecciones sindicales no van a ser las últimas, pero dijeron que para medir la representación de las centrales no hace falta pasar por las urnas. Asimismo, recordaron los tres sindicalistas que el proceso electoral "supone un gasto económico muy importante, produce un parón en la actividad sindical y reabre la posibilidad de confrontación entre los distintos sindicatos", afirmó Alberto Pérez, secretario general de UGT en el País Vasco.