La genética y la ley

En el suplemento de Ciencia, Técnica e Informática del diario EL PAÍS del miércoles 7 de febrero de 1990 aparece un amplio informe, firmado por Maite Rico Francia, sobre Identificación por las huellas genéticas, muy documentado y por el que les felicito, pues no resulta fácil efectuar la divulgación de un tema tan complejo.Pero desearía hacer unas puntualizaciones en relación con uno de los apartados, titulado Caos en la situación legal en España, ya que se presenta una situación como caótica cuando no hay tal en la realidad, y se desvirtúa ésta gravemente.

1. En España realizan este tipo de análisis biológicos a los que se refiere el informe: los laboratorios de la Administración de justicia, es decir, el Instituto Nacional de Toxicología, los laboratorios de investigación policial (policía y Guardia Civil) y los laboratorios docentes o universitarios. Cada uno de estos laboratorios tiene sus funciones y sus campos específicos de actuación.

2. Se ponen en boca del doctor Emili Huguet las siguientes palabras: "Las competencias se reparten entre la policía y el Instituto Nacional de Toxicología, que apenas cuenta con especialistas en medicina legal". Como aclaración a la opinión pública, puesto que el doctor Huguet no lo necesita, diré que los profesionales que desarrollan en la práctica la medicina legal son los médicos forenses, de los cuales, por cierto, hay 15 trabajando en el Instituto Nacional de Toxicología. Pero, salvo excepciones, no son los médicos forenses especialistas en la realización de análisis (químico-toxicológicos, biológicos o criminalísticos), sino que son otros facultativos: químicos, farmacéuticos, biólogos, médicos, físicos, etcétera, de cuya labor en equipo se originan unos resultados inigualables para un colectivo único de licenciados. Todos estos profesionales que trabajan en el Instituto Nacional de Toxicología tienen, al igual que los médicos forenses, una especialización legal que les hace ser toxicólogos forenses, biólogos forenses, etcétera.

3.El poder judicial puede encomendar la realización de las pruebas periciales libremente, pero las peritaciones analíticas son encomendadas fundamental mente al Instituto Nacional de Toxicología por ser los laboratorios propios de la Administración de justicia y reunir una excelente dotación técnica, una cobertura nacional con unidad de criterio en sus actuaciones, amplia experiencia y personal altamente cualificado e independiente.

4. El Instituto Nacional de Toxicología no realizó ningún convenio con el Ministerio de Justicia para analizar las pruebas de paternidad gratuitas para personas sin medios económicos. El instituto no puede realizar convenios con el ministerio del que depende, y mucho menos para realizar el trabajo que le corresponde. Y, lógicamente, realiza gratuitamente todos los análisis de paternidad" solicitados por la Administración de justicia, independientemente de los medios de que dispongan las personas implicadas.

5. El caos inexistente en materia pericial analítica para la Administración de justicia podría llegar a darse si se confundieran los límites y competencias entre laboratorios, y si todos ellos funcionaran para la Administración de justicia sin la coordinación técnica que debe existir. En este sentido somos totalmente optimistas de que tal situación no se dará.

Agradeciéndole vivamente la publicación de las anteriores puntualizaciones para información de la opinión pública, reciba un cordial saludo.- Director del Instituto Nacional de Toxicología.