Empleados de Correos conviven con roedores y cucarachas
Mientras la psicosis de la carta bomba continúa latente en el personal de la oficina postal de Cibeles, representantes de los sindicatos con mayor representatividad en Correos -CC OO, Sindicato Libre de Correos (SLC) y UGT-, preocupados sobre todo por su seguridad, denuncian las deficiencias en las que se encuentran muchas oficinas de la región. En algunos casos, afirman, hay empleados que conviven "hacinados con roedores y cucarachas".
Nadie tiene la seguridad, dice un representante sindical, de que entre los miles y miles de sacas de correspondencia que entran y salen a diario de las oficinas postales "no se encuentre un mensaje bomba que en cualquier momento puede estallar, como ocurrió con María Pilar Fernández Ruiz el pasacio 28 de febrero". María Pilar resultó gravemente herida después de que explotara una carta bomba que estuvo deambulando durante seis días por las oficinas de Cibeles, Chamartín y Alcalá de Henares.Los trabajadores señalan tres puntos negros en Madrid en lo que a inseguridad se refiere: la Jefatura Provincial de Cibeles, el centro de clasificación de Chamartín y el pabellón postal de Barajas, debido a la cantidad de correspondencia que pasa por ellas.
Pero el problema de la inseguridad postal "es uno de los muchos con los que nos enfrentamos a diario", dicen los representantes sindicales. El lugar de trabajo también deja mucho que desear. Existen oficinas, como la de Galapagar que "son verdaderas cuadras" y en otras, continúan diciendo los trabajadores, "se encuentran hacinados en cuatro metros cuadrados hasta seis personas". Éste es el caso de la de Villaviciosa de Odón.
Según una denuncia presentada el mes pasado en el Ministerio de Trabajo por el SLC, los 28 trabajadores de la oficina de Las Rozas desempeñan su labor -desde hace ocho años- entre goteras, cables pelados y distintos electrodomésticos en donde se almacena el material de trabajo. Todo ello supone, según la denuncia del SLC, que cuando llueve "todos los aparatos metálicos den descargas eléctricas".
El responsable de prensa y propaganda del SLC, Domingo de Rocoso Esteban, dice que debido al mobiliario que se encuentra en el local, mostradores y neveras, la oficina se ha convertido en "un centro de reunión de roedores y de cucarachas", y éstas, añade, "conviven ahora en unos 40 metros cuadrados con los trabajadores de la oficina". Además, el SLC denuncia la falta de calefacción, la caída de los techos y la falta de extintores y de medidas de seguridad hacia el público. El local fue utilizado como bar hace más de nueve años.
Sacas amontonadas
En la misma situación que la oficina de Villaviciosa se encuentran otras, afirma el secretario provincial de UGT, José Redondo. La de San Fernando, la de Torrejón y la de Alcorcón se han quedado pequeñas, añade. Para entrar en ellas "tienes que sacar las sacas amontonadas en los suelos".A pesar de las 30 denuncias presentadas por los sindicatos en la Inspección de Trabajo sobre estas y otras anomalías, los sindicatos dicen que la Administración "hace oídos sordos a estas demandas".
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