El cigarrillo encendido de un viajero pudo ser la causa del incendio del 'metro'

La versión de dos testigos coinciden en afirmar que el incendio del vagón del metro en la noche del viernes se originó bajo uno de los asientos. Uno de estos dos viajeros asegura además que un hombre joven iba fumando y que tiró el cigarrillo encendido bajo el asiento, justo donde comenzaron después las llamas. En la madrugada de ayer abandonó el hospital el último de los ocho heridos en el incidente que quedaba internado; un bombero que había caído a la vía desde el andén a causa de la oscuridad originada por el humo."Me fijé en el chico que iba fumando porque me molesta mucho que la gente fume donde está prohibido hacerlo", explicaba ayer un testigo del incendio del metro que sobre las ocho de la noche del viernes se produjo en un convoy del metro, a la altura de la estación de Cruz del Rayo. "Me quedé mirándole pensando que qué listillo, pero no le dije nada. Luego tiró el cigarro debajo del asiento, donde hay una rejilla. Pienso yo que quizá quemó algo de ahí debajo, porque fue ahí justo donde empezó el incendio". Esta versión coincide con la de Antonio, otro testigo cuya versión publicaba ayer EL PAÍS.

Fuentes oficiales de la Compañía Metropolitana afirmaron ayer que podría descartar la versión de que el incendio lo hubiera producido la caída de un cable de trabajo. "Todo parece indicar que un asiento se quemó, pero no sabemos por qué y no podemos descartar la hipótesis del sabotaje, entendido éste incluso como no intencionado". Un portavoz del comité de empresa del Metro dijo ayer que pedirá una investigación en toda regla.

El único de los heridos que había quedado internado en un centro hospitalario, el bombero Ramón Estaile, fue dado de alta a las 3.30 del sábado. Éste sufría, como los demás, síntomas de asfixia, pero sobre todo contusiones en el hombro y el pecho al caer a la vía desde el andén.

Un portavoz de los bomberos de Madrid negó ayer que tuvieran dificultades para acceder al incendio por acudir al lugar del suceso sin mascarillas. "Era difícil entrar porque había mucho humo, que al ir hacia arriba cegaba la entrada. Al principio siempre es difícil orientarse. No era un problema de mascarillas porque en cada coche llevamos seis equipos autónomos como mínino".

La línea 9 del metro sufrió ayer varios cortes debido a la reparación de los desperfecto, pero el servicio quedó restituido a última hora de la noche. La estación Cruz del Rayo, no obstante, está siendo adecentada, por lo que continuará cerrada probablemente un par de días más.