Las españolas no alcanzaron el nivel que se esperaba

Las atletas hispanas no alcanzaron el nivel previsto en las reuniones previas a este campeonato. Sólo Sandra Myers dio sensación de solidez en la pista. La velocista de origen estadounidense ganó con gran comodidad su serie de 200 metros, con la autoridad suficiente como para colocarla entre las probables medallistas en Glasgow.Maite Zúñiga, por el contrario, corrió acorchada la prueba de 800 metros. Su falta de convicción fue notable en todo momento. Frente a un grupo de rivales muy cualificadas, entre las que figuraban la rumana Chidu y la soviética Gurina, la atleta guipuzcoana perdió muy pronto cualquier posibilidad a entrar en la final. Montserrat Pujol se clasificó por tiempos para la final del 1.500, pero esta carrera será enormemente selectiva. La participación de la rumana Doina Melinte establece, de salida, el orden final de la clasificación. Pujol, que llegó a Glasgow con excelentes pronósticos para ella, terminó cuarta en su serie, lejos del grupo que encabezó Melinte. Un aviso que fue tomado como un mal augurio por la delegación española.

Incluso Begoña Herráez, que batió el récord de España de 3.000 metros, con 9.20.64 minutos, fue descalificada en un primer momento por correr por dentro de la pista, aunque fue recalificada más tarde. Pero acabó décima de la final.