'Atrapa a un ladrón'

22.30, TVE-1 (102 minutos).Tercer y último trabajo del salutífero binomio Hitchcock-Grace Kelly, focalizado en la Costa Azul. Unos años después -estamos en 1955- esas atmósferas serían para ella ya principescamente suyas hasta el fin de sus días, mientras él tendría que ir buscando rubias por otros puntos cardinales.

La película es una comedia galante y elegante, muy atractiva, sobre un ladrón de guante blanco que trae de cabeza a las autoridades francesas, papel que borda a la perfección un ya otoñal Cary Grant, también en su tercera, aunque en este caso penúltima, colaboración con Hitchcok (sólo un actor hubiera podido darle caña a Grant en ese papel: David Niven). Sofisticada, celeste, con la textura misma del mejor espumoso francés, Atrapa a un ladrón queda como una obra de las llamadas menores dentro de la filmografía del cineasta, pero hay que considerar siempre que su hechura, la de su filmografía, es tan impresionante que cualquier menudencia es susceptible de aparejar el término de obra maestra.

[La película funcionó muy bien en las taquillas de todo el mundo. Tiene la apariencia ligera y engañosa de un relato frívolo, pero es, en realidad, una fábula amarga sobre la honradez, la contradicción entre la apariencia y la esencia y, sobre todo, constituye un aviso sobre los peligros que encierran las mujeres rubias y de aspecto inocente].