Sólo en dos meses se ha producido un 75% más de accidentes en la sierra madrileña que en 1988

Un excursionista británico de 23 años murió sobre las tres de la tarde de ayer en el monte Abantos, en las proximidades de El Escorial. El joven, que resbaló cuando paseaba por el monte en compañía de tres amigos, se fracturó el cráneo tras caer desde una altura de unos 20 metros, según Pilar Arranz, jefa de la Unidad Alpina de la Cruz Roja de Navacerrada. Éste es el accidente más grave de los 28 ocurridos este último fin de semana en la sierra madrileña. En dos meses de temporada ya han muerto seis personas y se ha producido un 75% más de accidentes que en el año pasado debido, fundamentalmente, a la imprudencia y a la falta indumentaria adecuada de los miles de personas que suben a la sierra los fines de semana.El fallecido, llamado David, perdió pie y fue chocando contra las rocas durante 20 metros hasta llegar al suelo. Según Pilar Arranz, el joven llevaba unas zapatillas de deporte, calzado no adecuado para pasear por alta montaña -el Abantos tiene 1.754 metros- y en la zona no había hielo. "Los tres amigos de David estaban nerviosísimos por lo que había pasado", añadió Arranz. Miembros de la Unidad Alpina y de la Guardia Civil participaron en las tareas de rescate, que concluyeron sobre las 19.30 horas.

Accidentes como el ocurrido ayer han llevado a la Cruz Roja Alpina y la Comunidad de Madrid a iniciar una campaña en la que se recomienda a los excursionistas, montañeros y esquiadores que sigan unas mínimas normas de seguridad para evitar accidentes mortales.

Avisos disuasorios

Ya el pasado sábado los empleados de los remontes de Valcotos y Navacerrada repartieron unas tarjetas en las que recomendaban no abandonar la línea de cumbre, no acercarse a las laderas y pendientes y no utilizar plásticos para deslizarse por las pistas, extraño y peligroso deporte al que parecen haberse aficionado los visitantes de la sierra. La campaña se completará con carteles situados en las pilastras de los remontes y con folletos en los que se indican las zonas de mayor riesgo."Los accidentes los sufren personas inexpertas, y en pocas ocasiones esquiadores o montañeros que conocen bien la sierra y el deporte que practican", dice Pilar Arranz. Otro problema es la gran cantidad de personas que suben los fines de semana, lo que provoca atascos en los accesos a la estación y en los aparcamientos.

"Los sábados esto se pone imposible", explican los miembros del equipo de salvamento de la Guardia Civil con base en Valdesquí. "La gente viene con zapatos de ciudad y se tira por las pistas encima de bolsas de plástico o organiza marchas por lugares peligrosos sin llevar el equipo adecuado". El sábado 17 fallecieron dos personas que estaban "paseando" por los tubos de Arroyo Seco, una zona peligrosa cercana a la Bola del Mundo. "Parece increíble, pero estábamos subiendo a rescatar los cadáveres y en la misma pista, deslizándose con plásticos, había personas que se reían de nuestras advertencias", explica un guardia civil.

Sólo en Valdesquí, la estación más concurrida los fines de semana, se han producido 120 accidentes en esta temporada. Ésta es la única estación en la que no operan los voluntarios de la Cruz Roja, y la seguridad y la asistencia médica a los montañeros y esquiadores está a cargo de la Guardia Civil y de una clínica privada con dos médicos, cuya asistencia no está incluida en la Seguridad Social.