El deber cumplido
Los valores líquidos han trazado una divisoria en los flujos de Inversión, que margina a un gran grupo de sociedades presentes en el mercado. Por otra parte, la rigidez de las transacciones importantes impide el margen especulativo. Aparentemente, en una bolsa sin rumores la sujeción de los cambios es mucho mayor. Sólo aparentemente porque factores exógenos, como la inestabilidad de las plazas internacionales, provocan semihecatombes. Por otra parte, los mercados de valores viven la sensación del deber cumplido después de que la encuesta de población activa haya confirmado las cifras reales del enfriamiento. Nadie puede acusar a los mercados de no haber descontado los límites de la tasa de expansión.
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