Se impone la calma
Las bolsas españolas parecen haber anticipado a las internacionales en cuanto a la generación de tranquilidad, aunque hay que recordar que las circuNstancias son muy diferentes y que, en este caso, poco había que hacer que no fuera esperar. Los poseedores de títulos cotizados en estas bolsas se encuentran atrapados desde hace tiempo a precios muy Superiores de los actuales lo que les obliga a aguantar en esas posiciones a menos que se produzcan cambios importantes que empujen a abandonar el marcado a cualquier precio.En las bolsas internacionales cualquier inversor cuenta con la posibilidad de cubrir sus posiciones con posturas contrarias que minimicen el riesgo, esto es, se puede operar a la baja y obtener beneficios incluso con un mercado descendente, algo que las autoridades bursátiles españolas les niegan a los inversores autóctonos.
Así las cosas, no queda sino esperar un buen momento para entrar y aprovechar algún rebote de los precios, algo que las instituciones han hecho en esta ocasión con cierta prodigalidad, a juzgar por el abultado número de aplicaciones que se han producido en esta sesión. El volumen negociado ha sido ligeramente menor que en el día anterior debido al cambio forzado por el papel.
Sólo el sector bancario vuelve a mostrarse reacio a mejorar sus posiciones ante un presión vendedora que, sin ser excesiva, obliga a varios de sus componentes a sufrir nuevos recortes, y ello a pesar de la mejora que registraba Wall Street en su apertura.