Dos estudiantes malagueños mueren al volcar un autobús
A las 10.05, cuando se produjo el accidente, la mayoría de los 52 estudiantes y tres profesores estaban dormidos o escuchando música. El autobús comenzó a tomar a unos 100 kilómetros por hora, según indicaba el tacómetro (caja negra de los autobuses), la curva de incorporación desde la carretera de Andalucía hacia la de circunvalación M-30 Oeste-Norte (nudo Sur), donde la velocidad está limitada a 4,0 kilómetros por hora. El vehículo, matrícula MA-7857-AG, comenzó a derrapar, chocó contra. un pretil de unos 50 centímetros de altura se salió de la calzada, dio dos vueltas de campana y quedó tumbado sobre su costado derecho en un terraplén.Algunos de los viajeros salieron despedidos del autobús, al que se le desprendió el techo como consecuencia del impacto. Ricardo Ginés, uno de los estudiantes heridos, apenas se dio cuenta del accidente: "Vi cómo chocábamos contra el pretil y cerré los ojos". Otro sólo recuerda que le empezaron a llover bolsas y equipajes encima.
El autocar perdió todos los cristales y el parabrisas frontal salió despedido entero. Una de las personas que participan en unas obras próximas no llegó a ver el accidente. "Sólo oí un chirriar de ruedas y un golpe. Entonces me volví. Había mucho polvo y pude ver un gran charco de sangre junto a una chica. Casi todos los chavales estaban llorando", recuerda. Un agente de la Policía Municipal afirmó, mientras reconocía el pequeño terraplén en el que cayó el autobús, que el tacómetro del vehículo marcaba 100 kilómetros por hora. Este hecho fue confirmado posteriormente por un mando policial.
Joaquín Sánchez Pedrosa, de 18 años, y María de los Ángeles Palomo Postigo, de 17, murieron antes de llegar al hospital Doce de Octubre, donde fueron conducidos todos los heridos, salvo tres. Todos los viajeros sufrieron algún tipo de herida.
Traumatismo craneal
Al Doce de Octubre fueron enviados un total de 49 heridos. Yolanda Ales Ruiz, David Hidalgo y Gustavo García Torres fueron internados en la unidad de cuidados intensivos del hospital en estado grave. Todos sufren traumatismo craneoencefálico severo, aunque Gustavo García padece también fractura de pelvis. Otro joven, Francisco Javier López Gómez, quedó ingresado en observación después de ser intervenido de rotura de bazo; Jorge Fernández Armada fue internado en la misma unidad con traumatismo abdominal, y María José Díaz Ocón permanece ingresada en el departamento de traumatología con fractura de pelvis. Ignacio Camacho sufrió traumatismo abdominal. El pronóstico de las lesiones de estos siete jóvenes es muy grave. La mayoría de ellos, según algunos de sus compañeros, viajaban en la parte delantera del autobús.
El resto de los heridos, hasta un total de 42, fueron atendidos en el vestíbulo principal del salón de actos del Doce de Octubre, donde se montó improvisadamente un amplio operativo médico. Todos sufren politraumatismos y contusiones, aunque su carácter es leve. No obstante, cuatro de ellos sufren fractura de clavícula (el profesor Miguel Rico Moreno y los estudiantes María Virtudes Pinazos, Juan Carlos Marines y Victoria E. López).
Entre los heridos está el conductor, Rafael Martín Criado, de 26 años, que sufre contusiones. Éste sólo acertaba a decir, entre sollozos, "qué desgracia, qué desgracia...".
Doce de los heridos fueron dados de alta a las pocas horas y otros 22 recibieron permiso para marcharse tras ser sometidos a diversas pruebas clínicas, según el parte médico facilitado por el doctor Jesús Rivera, director del Doce de Octubre, que aprovechó la presencia de la Prensa para hacer una alabanza de la eficacia de la sanidad pública.
El profesor de física y química Juan Sánchez Ballesteros y el alumno Antonio Gallardo Muñoz fueron trasladados al hospital Gregorio Marañón, donde fueron dados de alta tras ser atendidos. Juan Sánchez fue al Doce de Octubre para interesarse por sus alumnos. "Yo estaba sentado justo detrás del conductor, en la parte delantera izquierda. Apenas pude ver nada y sólo me di cuenta del accidente cuando recibí un fuerte golpe en la cabeza que me abrió una brecha en la que me han dado cinco puntos de sutura", comentó el profesor.
Juan Sánchez manifestó que durante el viaje habían realizado tres paradas para descansar. El objetivo de la excursión era realizar una breve visita al Planetario, al Museo de Ciencias de Madrid y a la exposición antológica Velázquez en el Museo del Prado, para pasar la noche de ayer en Talavera de la Reina. Al día siguiente tenían previsto visitar la central nuclear de Almaraz y viajar hasta Cáceres, donde iban a pernoctar el viernes. "Todos son estudiantes de ciencias de COU y tercero de BUP", señaló Juan Sánchez, que permanecía sentado en una silla de ruedas, ya que tenía una lesión en un pie.
Fallo en el tacómetro
Paloma Solozábal fue la única de las heridas que fue trasladada al hospital Clínico de San Carlos, donde quedó ingresada, a pesar de que su estado no reviste gravedad, según Europa Press.
El alcalde de Madrid, Agustín Rodríguez Sahagún, visitó el Doce de Octubre y ofreció todo tipo de ayuda a los estudiantes y sus familias. También se desplazó hasta el centro sanitario el ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana. Un funcionario de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, Alberto Moreno, señaló que los heridos iban a ser trasladados 1o antes posible" a Málaga. Anoche salieron algunos estudiantes en un avión fletado por la Junta.
Ayer tarde funcionarios del Grupo Judicial de la comisaría de Entrevías tomaron declaración a Rafael Criado, conductor del autobús, quien recordaba haber tomado a 50 o 60 kilómetros por hora la curva y reconoció que ésta le sorprendió, informa Jesús Duva. Criado añadió que durante el camino habían realizado cuatro paradas: en Alhama de Granada, Ventas de las Navas (Córdoba), Bailén (Jaén) y en un punto sin precisar a unos 150 kilómetros de Madrid, donde desayunaron. En Bailén, según declaró, revisó el tacómetro del vehículo, en el notó algunas anomalías.
Como consecuencia del accidente, la circulación en la M-30 en sentido Andalucía sufrió fuertes retenciones.
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