Pauline Collins

¿Cómo no voy a creer en los milagros? ¿No es un milagro que con 50 años inicie mi carrera cinematográfica? A lo mejor la inicio y se acaba. Espero que no". Ayer, horas después de pronunciar esta frase, Pauline Collins fue proclamada candidata al Oscar a la mejor actriz femenina por su papel en la película Shirley Valentine. El milagro de Pauline Collins se llama Shirley Valentine, una mujer en apariencia corriente, sumisa, con una vida uniforme y aburrida, que en un momento dado se desmelena y se reencuentra a sí misma. Pauline Collins, nacida cerca de Liverpool (Reino Unido) casada y madre de cuatro hijos, que ayer estuvo en Madrid, para asistir al preestreno de la película, conoce muy bien a Shirley Valentine. No en vano ha representado en Londres y en Broadway, en Nueva York, durante 10 meses la obra teatral en la que se ha basado la película, con un monólogo de dos horas y media. "Es un personaje real, conozco muchas personas como ella. Si en algún momento hubiera pensado que Shirley Valentine no era una mujer de carne y hueso, no hubiera hecho este personaje".Quizá la característica principal de Pauline Collins sea su franca normalidad y su sonrisa. Nacida en el seno de una familia católica dedicada a la enseñanza., Pauline Collins inició los estudios de profesora de drama como un primer paso para llegar a ser actriz. Se dio a conocer masivamente gracias a su interpretación del papel de la doncella Sarah en la serie televisiva Arriba y abajo. Inspirada en este último personaje protagonizó posteriormente un serial junto a su marido, el también actor John Aldertone, bajo el título de Thomas y Sarah.

Es optimista, no tiene aficiones y escribe poemas. Ayer, día de San Valentín, fue para esta actriz un continuo ir y venir de periodistas y fotógrafos. "Me gusta el día de San Valentín, pero creo que está rodeado de excesivos intereses comerciales", dijo Pauline Collins, quizá ignorando todavía que su marido estaba telefoneando a Madrid para que le hicieran llegar un ramo de flores.