Villar Mir rompe el acuerdo con Parretti y retira la OPA anunciada sobre Renta Inmobiliaria
Kepro, filial española del grupo asegurador norteamericano Kemper, y Espacio, SA, promotora inmobiliairia controlada por el ex ministro Juan Miguel Villar Mir, decidieron ayer retirar la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) anunciada sobre el ciento por ciento de Renta Inmobiliaria. Las diferencias de criterio con el propietario de la compañía, el financiero italiano Giancarlo Parretti, unidas a los problemas de financiación para garantizar la operación, son los argumentos expuestos para justificar la suspensión de los acuerdos firmados hace dos meses.
En un comunicado remitido a la CNMV, el grupo Kepro-Espacio y la sociedad Interpart, controlada por Parretti, reconocen que los estudios efectuados sobre Renta Inmobiliaria han puesto de manifiesto una serie de diferencias de criterio.En concreto, las discrepancias se refieren a la amortización de inmuebles, así como a la valoración de la filial Urbefondo, el tratamiento sobre la previsión del Impuesto de Sociedades de 1989 y su efecto en el valor patrimonial de la empresa y, en último término, la calificación jurídica del contrato de arrendamiento del Hotel Tryp, situado en el edificio A de Centro Norte (Madrid) y que actualmente está en trámites de juicio de deshaucio.
La cuantificación de todos estos capítulos no ha sido precisada, si bien en medios cercanos a la operación se estima que Villar Mir pretendía reducir el precio en unos 5.000 millones de pesetas, además de los 14.000 millones correspondientes al pasivo acumulado por la Renta Inmboliaria Internacional, que seguiría en manos de Parretti. Teniendo en cuenta que el importe total de la OPA era de 47.411 millones de pesetas, el objetivo de los compradores se orientaba a una limitación del coste hasta 28.000 millones, aproximadamente.
Un precio generoso
Así y todo, Kepro y Espacio necesitaban disponer de avales equivalentes a la totalidad del importe mencionado y esta financiación, encargada a Caja Postal y Citibank, no pudo ser obtenida tampoco debido a las "dificultades crediticias encontradas a consecuencia del endurecimiento del mercado financiero durante el período de estudio", según la citada nota enviada a la CNMV. En realidad, los compradores tampoco pusieron mucho empeño a la hora de intensificar las gestiones con las dos entidades financieras encargadas de contratar la financiación de la oferta.Desde un primer momento, el precio de 1.762,5 pesetas por acción previsto en la OPA era considerado en medios bursátiles como "bastante generoso", máxime ante la eventualidad de pasivos ocultos en Renta Inmobiliaria. En medios del sector inmobiliario se considera que Villar Mir trabajó también con esta expectativa, confiando en que Parretti "entraría en razón" una vez que la auditoría sobre la empresa demostrase la necesidad de ajustar la operación. Sin embargo, el financiero italiano había echado también sus cuentas y no ha aceptado en ningún momento la posibilidad de reducir sus pretensiones.
Como mal menor, ambas partes han acordado no aplicar las respectivas cláusulas de penalidad previstas hace dos meses. Estas clásulas, fijadas ante la posibilidad de un fracaso, suponían el pago de 2.000 millones por parte del comprador que, a su vez, recibiría de Parretti un total de 1,6 millones de acciones de Renta.
A partir de ahora, la CNMV iniciará una investigación para comprobar los estudios efectuados por Kepro y Espacio sobre Renta. No en vano, a la luz de estos informes podría desprenderse una modificación del valor patrimonial de la empresa que afectaría, en su caso, los intereses de los inversores bursátiles. Hay que tener en cuenta que la cotización de Renta ha pasado de 900 pesetas por acción hace unos meses hasta las 1.385 del lunes pasado.
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