Los esfuerzos de mediación no logran detener la lucha en Beirut
Los enfrentamientos entre el general Michel Aoun y la milicia de las Fuerzas Libanesas por el control del llamado país cristiano de Líbano cumplieron ayer su decimotercer día consecutivo, sin que hayan prosperado los múltiples intentos de mediación.
Las brigadas del Ejército leales a Aoun han abierto un nuevo frente en el norte de la región bajo su control, para tratar de conquistar el feudo de sus rivales, y el número de muertos ha superado la cifra de 491 desde que se iniciara esta nueva fase de la guerra civil libanesa.
Los combates con artillería pesada han tenido lugar, principalmente, en los frentes de Kesruan y Meten, a 20 kilómetros al noreste de Beirut, una zona montañosa dominada por las Fuerzas Libanesas, donde Aoun pretende hacerse fuerte. En el sector este de la propia capital, los duelos artilleros prosiguieron ayer y varios proyectiles de obús tocaron sectores del barrio residencial de Acherafie, donde las Fuerzas Libanesas han establecido su baluarte.
La mayoría de los accesos a este enclave se encuentran minados para Impedir la entrada del Ejército. La posición dominante de la milicia que dirige Samir Geagea, en los barrios beirutíes que quedaron al este de la línea verde, venía facilitada por las posiciones estratégicas que ocuparon sus hombres desde el pasado noviembre. En aquella fecha, la amenaza del entonces recién elegido presidente de la República, Elías Haraui, de tomar el palacio de Baabda, donde Aoun está atrincherado, movió a éste a reforzar los frentes de guerra tradicionales y algunos de sus posiciones en la capital quedaron en manos de las Fuerzas Libanesas.
Por otra parte, las dos formaciones shiíes rivales de Líbano -Hezbolá, proiraní, y Amal, prosiria- reanudaron los combates por el control de la región de Iqlim al Tufa, 50 kilómetros al sur de Beirut, tras dos semanas de alto el fuego. Desde el 23 de diciembre, 98 personas han perdido la vida y 300 han resultado heridas.
