Confusión en la Ciudad Universitaria por los cambios en la señalización
La nueva carretera abierta en el corazón de la Ciudad Universitaria para conectar la autovía de La Coruña (N-VI) con el centro de Madrid ha originado el cambio generalizado de la señalización en las calles que rodean la universidad Complutense. Las arterias principales de acceso al campus se han transformado en calles de sentido único.El Ayuntamiento de Madrid ha pretendido, con el cambio, facilitar la entrada y salida desde la N-VI. La avenida de Gregorio del Amo -para subir- y la calle de Ramiro de Maeztu -para bajar- se han transformado en calzadas de dos carriles en sentido único. El cambio ha obligado también a modificar la dirección del tráfico en algunas calles adyacentes. Todo ello en detrimento de los trabajadores y estudiantes de la zona, que ayer comprobaron con sorpresa el cambio repentino de la señalización.
"No, señor, ya no se puede subir por aquí". Los agentes de la Policía Municipal destinados ayer en la Complutense tuvieron que dar mil explicaciones a los usuarios de la zona que se encontraban sorprendidos ante el inesperado prohibido el paso que no existía el viernes.
"El despiste de muchos conductores, que desconocían el cambio de sentido de algunas calles, ha impedido que la circulación fuera más fluida", explicó el sargento responsable de la operación. "Creemos que en cuatro o cinco días los conductores se habrán habituado a la nueva señalización".
109.000 coches al día
La carretera, que ha dividido en dos el campus universitario, se ha terminado en menos de cuatro semanas. Se proyectó como alternativa a la plaza de Cristo Rey, congestionada por las obras del paso subterráneo y por donde circulan diariamente 109.000 automovilistas.
Sin embargo, la alternativa no se ha construido por una zona desértica. Los usuarios de la autovia de La Coruña que se decidan a circular por la nueva carretera, tras tomar la avenida de Gregorio del Amo y la de la Moncloa, desembocarán irremediablemente en la avenida de la Reina Victoria, una calle frecuentada diariamente por 83.500 coches. La bajada se realiza por las calles de Beatriz de Bobadilla y Ramiro de Maeztu. La propia avenida Coniplutense, eje central de la Ciudad Universitaria, tiene una intensidad media de 54.000 vehículos.
De momento, la Policía Municipal ha intentado, con un amplio despliegue, que la sobrecarga circulatoria no colapsara la Ciudad Universitaria. Una veintena de agentes, cuatro patrullas y dos motos componían el operativo, que seguirá, según el sargento responsable, los próximos días.
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