Una historia de 20 años

Hace ahora 20 años que los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer ingresaron en la empresa propiedad de sus esposas, Alicia y Esther Koplowitz. La boda se había celebrado el año antes y la empresa se llamaba Construcciones y Contratas, una constructora de tamaño medio que había fundado el padre de las hermanas Koplowitz.En el momento en el que los dos jóvenes abogados, primos entre sí, entraron a formar parte de la empresa de sus esposas, el mejor activo de Construcciones y Contratas era su equipo gestor; estaba capitaneado por Ramón Areces, presidente de El Corte Inglés hasta el momento de su fallecimiento.

Areces, que había ahijado a las dos niñas, acogió bajo su manto protector a sus dos yernos, y les instruyó durante años en el arte de los negocios. Construcciones y Contratras consiguió sobrevivir así a la crisis del negocio de la construcción durante los difíciles años setenta. Con la nueva década, los años ochenta, llegó el renacimiento y la empresa de las hermanas Koplowitz, con los Albertos en él puente de mando, inaguraron la regata del triunfo con la compra del edificio de Castellana, 89, en Madrid, a Explosivos Río Tinto (ERT).

El ascenso

La inauguración les salió por más de 5.000 millones de pesetas, lo que equivalía a pagar 40.000 pesetas por metro cuadrado. Era el inicio del boom inmobiliario y, desde entonces, el ascenso de los dos Alcocer ha ido a la par de la fulgurante subida de precios en el negocio inmobiliario. La llegada de los noventa ha supuesto, al menos por el momento, un techo en su carrera profesional.

El inicio del fin también comenzó un año antes, en 1989, cuando se cumplían los 20 años de matrimonio entre las hermanas y los primos. El 8 de marzo, Alicia y Esther Koplowitz entraron en el consejo de administración de Construcciones Contratas (Conycon); Alicia como vicepresidenta y Esther como consejera de la empresa. Ese mismo día, el marido de Alicia, Alberto Cortina, dimitía de todos sus cargos (consejero y consejero delegado) en Conycon, mientras su primo se mantenía como presidente.

La situación del hasta ayer presidente de la empresa, Alberto Alcocer, también ha atravesado por dificultades en el vigésimo aniversario de su matrimonio. La crisis no afectaba sólo a Cortina y durante el último trimestre del año, Alcocer intentó inutilmente alcanzar un pacto con su mujer y su cuñada para mantenerse en la presidencia de Conycon.