La caza en Castilla-La Mancha genera 19.000 millones de pesetas

La caza en Castilla-La Mancha genera unos ingresos superiores a los 19.000 millones de pesetas, lo que ha llevado a la Administración regional a replantearse el aprovechamiento cinegético de una región en la que esta práctica proporciona una renta marginal considerable y una industria auxiliar a tener en cuenta.La actividad cinegética en Castilla-La Mancha ha permitido la creación de cerca de 5.000 trabajos fijos, en la mayoría para, la vigilancia de las explotaciones, y al menos 650.000 jornales eventuales por año, según los datos facilitados por la Consejería de Agricultura.

En Castilla-La Mancha, cerca de 6,5 millones de hectáreas están protegidas por la legislación cinegética y tanto su explotación como la captura de las distintas especies de caza mayor y menor están controladas por la Administración. La superficie acotada, que se ha incrementado en un 20% en los últimos tres años, supone casi el 80% de la geografía total castellano-manchega, por lo que tan solo un 20% de su extensión, la de menor riqueza cinegética, está libre para los aficionados.

La importancia de la caza es mayor en zonas deprimidas de la región, donde la contratación de jornaleros en épocas de descanso agrícola viene a mitigar en parte la alta tasa de desempleo que soporta Castilla-La Mancha.

Ojeadores, podenqueros, jueces y otros eventuales que enriquecen la jerga del cazador, son, junto con la alta ocupación hostelera, los principales factores de enriquecimiento de la región a través de la caza.

Ciudad Real y Toledo convierten a Castilla-La Mancha en la región reina de la caza, condición de la que también participa la provincia de Albacete y la comarca de La Mancha conquense.