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CAMBIOS EN EL ESTE

El Consejo de Europa crea una comisión para impulsar la democracia en el Este

Juan Arias

Esta mañana en Venecia, en el ámbito del Consejo de Europa, se constituye una Comisión para el Desarrollo de la Democracia a través del Derecho, que tendrá su sede permanente en esta ciudad y que pretende ser un importante instrumento de trabajo sobre todo para los países del Este europeo sacudidos por el nuevo viento de libertad.Ayer, en presencia del presidente de la República italiana, Francesco Cossiga, representantes de todos los países del Consejo de Europa se sentaron alrededor de una misma mesa para ultimar la iniciativa que será aprobada hoy, junto con los ministros de Exteriores o de Justicia de Bulgaria, Rumanía, Checoslovaquia, Yugoslavia, Polonia, la República Democrática Alemana, Hungría y la Unión Soviética.

Todos ellos subrayaron que la creación de esta comisión para analizar los aspectos de la democracia a la luz del Derecho supone para ellos uno de los instrumentos y ayuda más importantes que Occidente les puede ofrecer en este momento, en el que algunos de ellos necesitan partir de cero para construir su sistema democrático, empezando, como es el caso de Rumanía, con la redacción de una nueva Constitución.

Creación de estructuras

El activo ministro italiano de Asuntos Exteriores, el socialista veneciano Gianni de Michelis, en su discurso de bienvenida a los representantes de los 30 países, entre ellos España, quiso subrayar que la comisión creada hoy, y que tendrá su sede permanente en Venecia,- será un órgano de asesor "para crear estructuras jurídicas capaces de dar carta de ciudadanía a intereses y aspiraciones de sujetos sociales durante tanto tiempo mortificados en el silencio. Deberá servir también para codificar derechos políticos y sociales, identidades culturales, actividades sindicales, libertades religiosas y autonomía de las minorías nacionales".

Los sectores más importantes en los que la comisión de Venecia podría ayudar desde ahora a los países del Este son tres, según el ministro italiano: la tutela de los derechos de los trabajadores, de las libertades religiosas y de las autonomías nacionales. Y en este tercer punto, el ministro socialista dijo con cierto orgullo que un modelo podría ser el Estatuto italiano para el Alto Adigio, que ofrece un ejemplo de legislación capaz de satisfacer la doble exigencia de no modificar las fronteras y al mismo tiempo de respetar la identidad de un grupo étnico.

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