Una juez reprueba forzar la alimentación de 'grapos' presos

Manuela Carmena, juez de vigilancia penitenciaria en Madrid, afirma en un auto que alimentar a la fuerza a los reclusos de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) en huelga de hambre "atenta contra la dignidad humana". CC OO de prisiones pidió ayer el cese del director general de Instituciones Penitenciarias, Antoni Asunción, por dictar una "orden legal" en este conflicto.La orden que remitió, en secreto según CC OO, el pasado cuatro de enero el director general de Instituciones Penitenciarias, Antoni Asunción, a los directores de prisiones manifestaba, entre otros puntos, lo siguiente: "Cuando la situación crítica de peligro para la salud del interno se produzca en un hospital penitenciario, el director del establecimiento más próximo dispondrá que funcionarios penitenciarios se responsabilicen mediante el control de presencia física que estime necesario, para que puedan aplicarse medios de sujección mecánica que permitan la alimentación asistida y en todo caso hasta que la vida y salud de los internos no corra peligro según el correspondiente informe médico. En el caso de que el hospital se encuentre distinta localidad de la prisión, se interesarán las necesarias comisiones de servicios".

Ángel de Miguel Sánchez, secretario general de la sección sindical de CC OO de prisiones informó ayer, que esta orden es "ilegal" ya que Asunción, cuyo cese exigió, "carece de competencias para obligar a los funcionarios de prisiones a que trabajen en un hospital no penitenciario, que no es su puesto de trabajo y en el que no tienen ninguna responsabilidad". De Miguel insta a los funcionarios a que ignoren la orden. CC OO aconseja a los médicos de prisiones a que consulten a sus respectivas comisiones de deontología colegiales sobre la licitud de forzar la alimentación de los internos en huelga de hambre.

La titular del juzgado de vigilancia penitenciaria número dos de Madrid, proclama en el citado auto, respuesta de una petición de la Junta de Régimen del Hospital Penitenciario de Madrid, lo siguiente: "Se les deberá informar de la situación clínica en la que se encuentran e intentar el tratamiento, pero si su voluntad lo rechaza no se podrá utilizar fuerza física para imponérselo, dado que esto atenta contra la dignidad de la persona. Si perdieran la consciencia, se deberá hacer todo lo posible por salvar su vida".

Por otro lado, Olegario Sánchez Corrales, miembro de los GRAPO que cumplía condena en la prisión de Daroca (Zaragoza) tuvo que ser internado ayer en un hospital de la capital por su delicado estado de salud a causa de la huelga de hambre que mantiene, informa Europa Press.