Mendoza quiere nombrar un vicepresidente portavoz para frenar las críticas a su directiva

Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, está estudiando nombrar un nuevo vicepresidente, que además ejercerá las funciones de portavoz del club. El cargo recaerá con toda probabilidad en Lorenzo Sanz, actual vocal de la junta y presidente de la Sociedad de Fomento y Cría Caballar. En las próximas semanas, Mendoza nombrará a dos nuevos directivos, que sustituirán a Alejandro Bermúdez, fallecido recientemente, y a Petra Mateos, destituida como vocal hace 15 días. Mendoza, sin embargo, espera la aprobación de la ley del deporte para llevar a cabo una reforma profunda de su junta.

El presidente del Real Madrid, según fuentes de la directiva, ha realizado una autocrítica en las últimas semanas respecto a la política informativa del club. Mendoza ha sido acusado en repetidas ocasiones de haber provocado un divorcio entre el club y los medios de comunicación de la capital, fundamentalmente por la inexistencia de cauces de diálogo entre ambos colectivos. Dos profesionales de las relaciones públicas, José Luis Hurtado y Manuel Benito, han abandonado su cargo en el Madrid en los últimos meses debido a la falta de competencias para llevar a cabo su labor.Mendoza está estudiando nombrar vicepresidente del Madrid a Lorenzo Sanz, un directivo de su máxima confianza, al que quiere convertir en el portavoz del club. Sanz se ha encargado de la remodelación del estadio Santiago Bernabéu y otras obras que se están realizando. Máximo valedor del entrenador galés John Toshack en la directiva del Madrid, Sanz es presidente de la Sociedad de Fomento y Cría Caballar, cargo que en su día también ejerció el propio Mendoza. "Quiero dejar de ser el único que hable con los periodistas", ha manifestado Mendoza a directivos de su confianza.

El Barcelona era, hasta ahora, el único club en el que existía la figura del directivo portavoz, que ha experimentado varios cambios en los últimos años. Joan Gaspart y Nicolau Casaus, ambos vicepresidentes, se ocuparon en diversas épocas de explicar a los medios de comunicación las decisiones de la directiva, mientras que en los últimos meses esa labor la ha desarrollado Josep Maria Antrás, que fue decano del Colegio de Abogados de Barcelona.

Asimismo, el presidente madridista ha decidido contratar a un jefe de Prensa para las relaciones con los medios de comunicación. En este sentido, el modelo a imitar sería precisamente el del Barcelona, en el que el periodista Ricard Maxenchs ha ejercido con éxito esa función durante los últimos nueve años. "Mi labor es facilitar al máximo el trabajo de los medios de comunicación en las informaciones referentes al Barcelona, salvaguardando el secreto profesional que me exige mi contrato con el club", afirma Maxenchs.

Reestructuración

Las sustituciones de Alejandro Bermúdez y Petra Mateos se realizarán en pocas semanas. Mendoza, según sus allegados, está profundamente sorprendido por la dimensión que algunos medios han dado a la destitución de Mateos. "Fue destituida por no asistir a los funerales de Bermúdez y del baloncestista Fernando Martín, además de por su ausencia constante a las reuniones de la junta", han manifestado fuentes de la directiva; "Mendoza ni siquiera creyó procedente facilitar una nota a la Prensa explicando su destitución porque consideraba que no tenía ninguna relevancia. Ahora se arrepiente de ello". Petra Mateos, según sus compañeros, nunca se integró plenamente en la directiva del Real Madrid. "Ni siquiera conocía los nombres de los jugadores", ha explicado uno de ellos.La reestructuración profunda de la junta se producirá dentro de unos meses, cuando haya sido aprobada en las Cortes la ley del deporte. Según la nueva legislación deportiva, que significará la conversión de los clubes de fútbol en sociedades anónimas -excepto el Madrid, el Barcelona, el Athlétic de Bilbao y Osasuna por su patrimonio neto positivo-, los directivos del Madrid estarán obligados a avalar personal y solidariamente el presupuesto anual del club. Mendoza estará obligado entonces a variar profundamente la composición de la junta. Previsiblemente, además, los futuros directivos exigirán un mayor protagonismo al asumir un importante riesgo económico.