La Audiencia Nacional pasa a segundo grado a un ex 'grapo' con 356 años de condena
La Audiencia Nacional ha acordado pasar a segundo grado penitenciario al recluso Félix Novales Gorbea, de 31 años, ex miembro de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), condenado a 356 años de cárcel y en prisión desde 1979. El tribunal desestima el recurso del fiscal y fundamenta la progresión al segundo grado -que permitirá a Novales obtener permisos de salida- en el "deseo y afán de ejercer sus derechos de ciudadanía en la colectividad".
El origen de esta decisión se encuentra en el proceso de reflexión contra la violencia iniciado hace años por Félix Novales y que le condujo en 1984 a abandonar los GRAPO, junto con otros 12 militantes, que arrostraron el riesgo de ser pasados a cuchillo por sus ex compañeros, acuerdo que finalmente no se ejecutó. La actitud de arrepentimiento sincero de quien llegó a asesinar a cinco personas, le llevó a considerarse un monstruo y a experimentar el firme deseo de abandonar la degradación terrorista en la que cayó a sus 18 años. Éstas meditaciones figuran en su libro El tazón de hierro (veáse EL PAIS del 28 de mayo último).El 11 de mayo de 1989, a petición del recluso, María Isabel Zarzuela Ballester, juez de vigilancia penitenciaria de Zaragoza, acordó revocar la clasificación en primer grado de tratamiento efectuada por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias en 1987 y decretar la progresión de Novales a segundo grado, en aplicación de la ley.
"Sensación de impunidad"
El fiscal recurrió la decisión de la juez. Alegó que las penas acumuladas por las 17 causas en las que Novales fue juzgado suman 356 años de condena, por lo que se le aplicó el máximo legal de 30 años de cumplimiento, lo cual produce, dijo, "sensación de impunidad". Para el fiscal, en Novales "subsiste una capacidad criminal y una peligrosidad alta".La Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional, presidida por Alfonso Villagómez Rodil, ha desestimado el recurso del fiscal y ha concedido la progresión al segundo grado, de acuerdo con el dictamen de la Central de Observación. La sala recuerda las finalidades de "reeducación y reinserción social de los internos" que la Constitución asigna al tratamiento penitenciario y constata en Novales su "deseo y afán de ejercer sus derechos de ciudadanía en la colectividad".
Los magistrados reconocen la gravedad de los delitos cometidos por el recluso, pero creen que "negar el derecho a la reinserción a los penados más gravemente sancionados sería establecer una discriminación a todas luces anticonstitucional" si se reúnen las condiciones legales.
Esta filosofía ha sido aplicada recientemente por la juez de vigilancia penitenciaria de Madrid Manuela Carmena, al conceder la libertad condicional a la miembro de los GRAPO Mercedes Herranz, por padecer una enfermedad incurable. La asociación judicial progresista Jueces para la Democracia ha expresado su solidaridad con la juez y ha denunciado la "campaña de acoso y desprestigio personal dirigida desde el diario Abc contra ella", por empeñarse "valientemente en ( ... ) la defensa de las libertades y los derechos humanos".
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