¡Socorro, que viene el 93!

Los delegados sindicales de las factorías que el grupo Volkswagen tiene en Europa acaban de constituir un comité intercentros del conjunto de la multinacional en el que están representados sindicatos belgas, alemanes y españoles. Su objetivo es elaborar una estrategia común que pueda dar respuesta a los intereses empresariales propios de las multinacionales. La dimensión internacional de los conflictos será una realidad en la Europa de 1993 ante la que ya se están preparando los sindicatos.

Siguiendo el ejemplo del grupo Volkswagen, los trabajadores de diferentes cadenas de producción europeas empiezan a organizar sus propios comités, amparados por la Federación Europea de Metalúrgicos, FEM.Este es el caso de Intelsa, filial de la sueca Ericsson que fabrica equipos de telefonía; Whirpool, sociedad que fabrica electrodomésticos de línea blanca y pertenece al grupo Philips; la empresa dependiente del INI, Inespal; y la alemana Nixdorf en el campo de la informática.

En cada uno de estos casos la FEM se ha dedicado a recabar datos sobre los niveles de producción de cada multinacional, el número de trabajadores, los establecimientos que tienen distribuídos por los países miembros de la Comunidad Europea y la situación sindical en cada uno de los centros. Todo ello servirá para crear una estrategia comparada en la que basarán sus reivindicaciones.

El comité intercentros que actualmente está más definido es el del grupo alemán Volswagen (que está compuesto por las firmas automovilísticas Volswagen, Audi y Seat). La idea de crear un comité europeo en el que estuvieran representados los trabajadores de cada una de sus fábricas nació en Barcelona hace ya tres meses aunque no se constituyó hasta primeros del pasado noviembre en la RFA.

Representantes españoles

Componen el citado comité 15 representantes sindicales, de ellos ocho pertenecen a los centros que la multinacional tiene en la RFA, dos son de Bélgica y cinco españoles. Comisiones Obreras está presente en el comité con dos delegados aunque no pertenece a la FEM ya que su representatividad en los centros españoles de la multinacional es innegable. Los otros tres representantes españoles pertenecen a UGT. Los sindicatos decidieron crear un comité sindical para unificar la información que tienen los sindicatos sobre la expansión del grupo e igualar las condiciones de trabajo de cada uno de los centros de producción.

De este modo, Bélgica y España conseguirán un mejor acceso a la información ya que procurarán acercarse a las condiciones que disfrutan los sindicatos.

Una vez conseguida la unidad dentro de la CE, los sindicatos pretenden controlar la expansión del grupo para que los trabajadores europeos no pierdan derechos frente a la mano de obra barata que se obtiene con más facilidad en Sudamérica, por ejemplo. Según ellos, Volkswagen tiende a extenderse al Tercer Mundo (va a abrir una factoría en Brasil) de modo que se pretende controlar esta expansión.