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Emilio Botín, padre, deja el Consejo de Administracion del Banco Santander

Emilio Botín Sanz de Sautuoa y López, hasta hace tres años presidente del Banco Santander y desde noviembre de 1986 consejero de la entidad, presentó ayer la renuncia a su puesto en el consejo del banco. El consejo de administración aceptó la renuncia, y en su sustitución ha sido nombrado Emilio Botín Sanz de Sautuola y O`Shea, nieto del anterior e hijo del actual presidente, Emilio Botín Sanz de Sautuola y Ríos. Aunque no se ha hecho público todavía, todo indica que una decisión similar adoptará el viejo Emilio Botín con su puesto en el consejo de Bankinter, el otro banco en el que la familia tiene el control.

Emilio Botín, padre, como era conocido hasta ahora en el mundo financiero español, presentó ayer, a los 86 años de edad, su renuncia al puesto que ocupaba en el Consejo de Administración del Banco Santander. Emilio Botín, que hace 60 años entró a trabajar en la entidad y que durante 36 años, desde 1950 hasta 1986, ocupó el cargo de presidente, cerraba ayer su presencia directa en el banco.La familia Botín, que tiene una participación directa e indirecta en el grupo del Banco Santander que le permite tener el control de la entidad, estaba hasta ayer representada en el Consejo por Emilio Botín, padre; Emilio Botín, hijo -actual presidente de la entidad-; Jaime Botín, hermano del anterior y presidente de Bankinter, y Ana Patricia Botín, hija del presidente actual. El puesto que cede ahora Emilio Botín será ocupado por su nieto, que lleva el mismo nombre y que es hijo del actual presidente.

El Consejo de Administración, además, decidió designar como miembros de la comisión ejecutiva de la entidad a Ana Patricia Botín y a Ramón QuiJano Secades.

El proceso de retirada de Emilio Botín del Banco Santander y de Bankinter, el otro banco en el que la familia tiene el control, ha sido gradual desde hace años. Primero nombró consejeros de los dos bancos a sus hijos; posteriormente alcanzaron el máximo nivel ejqcutivo en las dos entidades al ser nombrados consejeros delegados de ambas. Al tiempo, y para mantener el control estricto, cada uno de los hijos era vicepresidente del banco en el que no desarrollaban funciones ejecutivas. Después fueron nombrados vicepresidentes de las entidades en las que eran consejeros ejecutivos y, finalmente, hace ahora poco más de tres años, a finales de noviembre de 1986, Emilio Botín se retiraba de la primera línea de los bancos nombrando presidentes a sus dos hijos.

Ello no significó, en absoluto, su apartamIento del mundo de los negocios, y buena parte de las alianzas y los acuerdos alcanzados entre el grupo del Santander y la actividad del grupo KIO en España pueden haber sido desarrollados por este personaje, respetado por la mayoría de los que durante muchos años han sido sus competidores.

En todo caso, la saga de los Botín en el Santander no termina. El actual presidente declaró en febrero de este año, con motivo de la celebración de la junta general de accionistas de la entidad, "que la familia Botín tenía la fuerza suficiente para contar con cuatro representantes en el seno del Consejo de Administración y que el nuevo consejero [en aquel momento, su hija Ana Patricia] había sido nombrado en representación del paquete accionarial que posee la familia".

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