El Consejo de Cementos del Atlántico votará el martes la venta del 13,5 de Valenciana a Aker

El Consejo de Administración de Cementos del Atlántico ha sido convocado para el próximo martes con un solo punto en el orden del día: someter a la aprobación del mismo la venta del 13,5% de las acciones de Valenciana de Cementos a la noruega Aker. El 10% de las acciones vendidas estaba en la cartera de Cementos del Atlántico, empresa del grupo en la que Banesto controla el 66% del capital. En la anterior sesión del consejo, José Serratosa, presidente de Valenciana y de Cementos del Atlántico, informó de la operación ya firmada y dijo que tenía plenos poderes del consejo para efectuarla. Los equipos jurídicos del banco estudian las fórmulas para deshacer la operación, sin descartar la presentación de una querella criminal.

, El Consejo de Administración de Cementos del Atlántico se reunirá el martes en Madrid para aprobar la operación. La sesión será previsiblemente tensa, como tensa fue la anterior, El consejo está formado por José Serratosa Ridaura, como presidente; Dositeo Barreiros, como vicepresidente; Emilio Serratosa Ridaura, Salvador Salort y José Antonio Carranza, como consejeros, y Ángel Luis Galán, como secretario del consejo, sin voto.Las fuerzas están decantadas en dos bandos El presidente y dos consejeros, Emilio Serratosa y José Antonio Carranza, están a favor de la operación, mientras que Dositco Barreiros -que llegó a la empresa hace 10 años, en plena crisis de la misma y de la mano de Pablo Garnica Mansi- y Salvador Salort, hombre de confianza de Conde, están en contra.

Ya en la anterior sesión del consejo celebrado el jueves 30 de noviembre pasado las posturas quedaron claras. A esa sesión del consejo no asistió Emilio Serratosa, que delegó su representación en su hermano José. El presidente leyó un informe dando cuenta de que tres días antes se había efectuado la operación de venta de 1.130.748 acciones de Valenciana que estaban en la cartera de Cementos del Atlántico por un total de 22.614 millones de pesetas, lo que generaba una plusvalía, según Serratosa, de 11.000 millones de pesetas y que permitía pagar un crédito que tenia con Valenciana. El resto de las acciones, hasta completar 1,6 millones, procede de Cementos del Mar, que llegan al precio final de 30.729 millones de pesetas.

Dositeo Barreiros intervino para oponerse a la venta y pidió explicaciones sobre el destino de la plusvalía. Dijo que se había efectuado de espaldas al banco que controla el 66% del capital de Cementos del Atlántico, y calificó la venta de fraudulenta. A esta tesis se unió Salvador Salort, mientras que Carranza apoyó la explicación del presidente. Serratosa afirme que no hacía falta una votación, que solamente quería informar al consejo y que contaba con los poderes del consejo desde el pasado mes de marzo.

Fuertes discusiones

En este punto se entabló una fuerte discusión entre los dos bandos. Dositeo Barreiros preguntó por qué la operación de intermediación no se hizo con el banco, como era más lógico. Serratosa contestó que el banco sólo controla directamente el 19% de la cementera. Las discusiones se cerraron entre fuertes tiranteces.

Se levantó la anterior sesión con las amenazas de iniciar procedimientos legales ante los promotores de la venta. Estas medidas se estudian por parte de los responsables jurídicos del banco, auxiliados por expertos externos a la entidad.

Aunque en un primer momento se pensó en presentar querellas criminales contra los Serratosa y algún miembro de la familia Garnica, se iatudian nuevas fórmulas para deshacer la operación. La querella criminal por apropiación indebida de fondos ha de presentarse a título individual por los consejeros que se oponen hacia los que se consideraría culpables. Esta querella nunca iría contra Pablo Garnica Mansi, padre de la dinastía, ya que no es consejero ni de Cementos del Atlántico ni de Cementos del Mar, sino contra uno de su hijos, Alfonso Garnica Gutiérrez, consejero de Cementos del Mar, de donde salió medio millón de títulos para la cartera de Aker. Esta fórmula no se descarta, aunque no se tiene decidida. El banco quiere ir por lo seguro, y por ello quiere perfilar muy claramente las presuntas irregularidades antes de dar el piso hacia las personas concretas, según fuentes de Banesto.

Por su parte, fuentes cercanas a la familia Serratosahan mostrado que están trarquilos, porque la operación es perfectamente lícita. Se ha hecho porque era interesante para la empresa y porque el presidente tenía plenos poderes. En la reunión que mantuvieron los destacados miembros de la familia el pasado jueves se cerró filas en torno a la operación que cambia la correlación de fuerzas.

La capacidad de producción y facturación de Valenciana de Cementos Portland es tan sólo la quinta parte del holding sementero que lleva el mismo nombre, según han declarado fuentes solventes de Banesto. Las cuatro quintas partes restantes las controla directamente el banco con la mayoría del grupo cementero.

Estas fuentes han añadido que el golpe de mano dado por la familia Serratosa y Garnica para vender un importante paquete a la empresa noruega Aker no incidirá en la concesión de beneficios fiscales que la Administración estudia por la creación de la corporación industrial y financiera.